Gloria
Jean Watkins mejor conocida como bell hooks es una escritora, activista, y crítica
social que nace un 25 de septiembre de 1952 en una pequeña y humilde población
de Kentucky, E.U, con una larga trayectoria como ensayista sus obras presentan
alguno de los siguientes temas: raza, clase o género, con ánimo de concientizar
a los lectores, lo que somos, nuestra riqueza cultural. Como docente, estuvo al
frente de las aulas por más de treinta y cinco años en diversas instituciones
de educación superior, hasta el día de su partida.
La razón por la cual su nombre se escribe
en minúscula es porque lo tomó de su bisabuela Bell Blair Hooks como seudónimo,
ya que la abuela era conocida por ser audaz uso del lenguaje y por ser un
ejemplo de resistencia ante la vida, pues le tocó vivir la parte más cruel
de la segregación racial, por ello nunca quiso que se escribiera
de la forma correcta su seudónimo, con mayúsculas iniciales, porque aseguraba
que lo importante de una persona no es el nombre, sino las ideas que deje a su
paso por esta vida.
Desde pequeña conoció la segregación, las
limitaciones materiales y en lugar de quejarse se dio a la tarea de buscar
respuestas. Autora de más de cuarenta libros, artículos académicos, conferencias,
documentales, con los cuales aprovechó la oportunidad de abordar alguno de los temas
que fue desarrollando a lo largo de su vida académica, como la historia, la
sexualidad, el feminismo, la comunicación. Algo muy valioso en su pensamiento es en torno a su forma de ser en el mundo, ella decía que era
importante mantener el ego bajo control para que su trabajo escrito representara
la coherencia que ella buscaba en su actuar.
La escritora pasó toda su vida
reivindicando la importancia del reconocimiento de nuestra identidad, desde el
punto más vulnerable, pues ella sufrió el racismo, hasta la búsqueda de una
mayor comprensión del contexto, porque no lo consideró como algo que sólo le
sucedía a ella, sino para a su raza. También ayudó a delimitar y replantear
muchos temas urgentes de analizar, como el amor, en su libro Todo sobre el
amor hace hincapié en que este sentimiento es una fuerza transformadora, una herramienta
para crear un mundo más igualitario, sin embargo, estas ideas no pueden sonar realistas
bajo las dinámicas de poder que se han creado entre hombres y mujeres, por ello
reitera la falta de certeza en la enseñanza sobre el amor, a los hombres les
enseñan a mantener sus sentimientos en resguardo, porque si los dejan ver serán
juzgados como débiles, mientras que a las mujeres se les hostiga en una dinámica
de abuso y dominación, por lo cual insiste en la práctica ética del amor en donde
la justicia, la equidad y el respeto sean la base de la relación y define en términos afectivos el espacio amoroso como una trinchera en donde nos
fortalecemos para resistir, acompañar y transformar el mundo.
Su trabajo ensayístico la llevó a formar
parte de las teóricas del feminismo negro junto con Angela Davis y Audrey
Lorde, razón por la cual es reconocida como una de las escritoras más influyentes de finales del siglo XX. Su
obra gira en torno al entendimiento de esta sociedad desigual, centra toda su
atención en la renovación ideológica y determina una nueva propuesta de
reconocimiento para la comunidad afroamericana. En su libro El feminismo es
para todos rompe el esquema radical de sólo dirigirse a las mujeres y acá
nos dice: “el movimiento feminista era un movimiento por la justicia social tan
válido como todos los demás movimientos radicales de la historia de nuestro
país que habían apoyado los hombres.”[1] Porque justamente terminar con la opresión hacia las mujeres traería beneficios importantes a la
sociedad y reitera el hecho de que los hombres son parte del cambio.
Ese contante espíritu curioso la lleva a publicar su libro Respondona en donde hace una revisión de cómo fue su búsqueda de respuestas, pues siendo niña estaba educada para hablar poco, callar mucho y no responder a las indicaciones porque si no venía un castigo, de a poco se va dando cuenta de la importancia del reconocimiento de su voz, esa voz que representa un ejercicio de libertad, porque logra pasar del silencio al discurso como un gesto revolucionario, esa voz es un elemento que vamos identificando, primero se recupera y con el paso de tiempo se crea y transforma. Sus trabajos escritos logran romper con las estructuras patriarcales fomentando la solidaridad como elemento necesario en la lucha feminista, especificando que el surgimiento de la solidaridad esta apoyada de una pedagogía liberadora, pues la educación es un factor determinante para la aceptación, la defensa y el estudio de nuestros ideales. En 2014 funda el Instituto bell hooks en Berea, Kentucky donde trabajó hasta sus últimos días. En 2018, tuvo uno de sus últimos eventos públicos para recibir un reconocimiento por parte del estado de Kentucky, lugar donde nació, dijo que tal hecho le pareció una victoria, porque justo en el sitio donde creció, donde fue discriminada, donde le dijeron muchas veces que la gente de color no escribe libros, justo en ese lugar reconocían su trabajo y aportación ideológica. bell hooks fallece un 15 de diciembre de 2021, a los 69 años.
[1] bell hooks, El feminismo es para
todos, Madrid, Traficantes de sueño, 2017, p. 94
https://proassetspdlcom.cdnstatics2.com/usuaris/libros_contenido/arxius/46/45810_Todo_sobre_el_amor.pdf.
https://www.marcialpons.es/media/pdf/49272_Respondona.pdf