Escritora
y cineasta nacida en Zimbabue, el 4 de febrero de 1959, es un referente de
feminismo y de realismo al mostrar en toda su obra algunas realidades de la cultura
africana y otras de la visión del colonizador. Los primeros años de escuela
estuvo en Inglaterra, luego vuelve a su país donde concluye la etapa preparatoria,
más tarde regresa a estudiar Medicina, en la Universidad de Cambridge, una vez ahí
la soledad, la presión y la nostalgia le hacen dejar la carrera y volver a su país
natal en donde estudia psicología en la Universidad de Zimbabue, luego de
trabajar dos años como redactora en una agencia de marketing comienza a
escribir obras de teatro y más tarde prosa.
Su incursión en la literatura inicia con
la publicación en 1985 de un cuento llamado The Letters en un medio de
Suiza, pero fue hasta 1988 cuando es publicada su primera novela titulada Condiciones
nerviosas, en donde presenta una historia familiar desde el punto de vista
de una joven mujer, en sus páginas se detalla la asimilación que produce la
imposición cultural y los efectos a la salud mental. Dicha novela ganó el Premio
de Escritores de la Commonwealth y muy pronto fue reconocida como una de las
doce escritoras más importantes del continente africano. Una de las frases que
la definen es “Escribir es un acto de valentía”.
Continuó sus estudios en Berlín, en la
Deutsche Film-und Fernsehakademie donde obtuvo una formación como directora de
cine, desde la cámara su propuesta sigue siendo dar voz a las historias de la
mujer, con lo cual suma a su búsqueda de una mayor conciencia social y política,
su activismo también es reconocido y destacado al recibir el premio de la paz
en 2021 entregado en la Feria del Libro de Frankfurt.
Su novela Condiciones nerviosas fue
el primer libro en tratar de forma directa los problemas alimenticios dentro de
la literatura africana y en el continente, la trama cuenta la mudanza de la protagonista,
de nombre Tambu que vivía en el campo, a una zona más urbanizada donde va a
estudiar gracias al apoyo de su tío. La historia está ambientada en Rodesia, nombre
anterior a la independencia de Zimbabue, durante la segunda guerra de
Chimurenga (liberación) en los años sesenta, sin embargo, este alzamiento no forma
parte del relato, pues la escritora mantiene el interés en la situación de la
mujer bajo un sistema patriarcal tradicional y además colonial.
El título de la novela tiene una
influencia en lo dicho por Jean Paul Sartre en el prólogo de la obra de Frantz
Fanon Los condenados de la tierra en el cual habla de los trastornos nerviosos
a las que se ven expuestos los habitantes del continente africano debido a la
colonización y todas las prácticas deshumanizantes que se llevaron a cabo. El enfoque
que se da en la novela narra la presión que el colonialismo y el patriarcado
ejercen en la mujer, a pesar de tratarse de un grupo de nativos de elite con
quienes se desarrolla la historia, otro de los elementos que retrata la obra es
el uso de la lengua inglesa en los ámbitos educativos, donde los grupos étnicos
principales, los shona y los ndebele, mantienen la alienación a la imposición del
colonizador, logrando que muchos dejaran de hablar sus lenguas originarias, estos
aspectos permiten que la novela sea considera un clásico de la literatura
africana escrita por mujeres.
También es visible la presencia de la
religión cristiana en los centros educativos, recordándonos el proceso de
conquista espiritual que se ejerció en nuestra América Latina. Los diálogos que
están presentes entre Tambu, la protagonista y Nyasha su prima abordan la
situación de la mujer y la forma educativa colonial que pretendía convertirlas
en personas sin decisión propia, sumisas, justo como las necesita el estado y
la familia, las peleas que tiene Nyasha con su padre, Babamukuru, quien representa
al colono que asume el rol y obtiene beneficios por ello, giran en torno a la rebeldía
de su hija, pues él busca que ella sea una “buena mujer”, entendiendo esto como
una mujer adoctrinada que le asegure un buen candidato para el matrimonio,
Nyasha en cambio, lee todo lo que puede, critica y entiende que su realidad esta
formada por una maquinaria colonial que deforma las culturas locales y complica
la identidad.
Otros de los libros de Tsitsi son: The
book or not; Black and woman; This mournable body, todos ellos mantienen su
compromiso con los temas en torno a la mujer y su situación en los sistemas
opresores, sean colonialismo, patriarcado o ambos.
Ese contexto de ambivalencia entre el pasado y las imposiciones del colonizador es algo con lo que se sigue trabajando, Zimbabue obtuvo su independencia en 1980, y cada uno de los escritores del país insisten en sacar de las estructuras sociales, culturales y políticas la presencia de lo que significó la invasión, si bien Tsitsi Dangarembga pudo retratar en su novela más conocida, Condiciones nerviosas con más de treinta años de haber sido publicada y con una vigencia importante, algunas experiencias y formas en las que fueron sometidos, sin embargo, en una entrevista reciente la escritora comenta que desea para África y cada uno de sus habitantes que tomen responsabilidad personal sobre lo que hacen, dejando fuera lo que otros se atrevieron a hacer con su país y con su ser, ahora toca mirar para delante y lograr un nuevo comienzo. Actualmente Tsitsi vive en su país, aunque por ahora está participando en un programa de residencias internacionales en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) como artista invitada, además continúa dirigiendo el Institute of Creative Arts for Progress in África Trust, fundado por ella y ubicado en Zimbabue, desde donde se difunden los trabajos artísticos del continente.
https://africultures.com/structures/?no=5810
https://www.casafrica.es/es
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