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domingo, 4 de mayo de 2025

bell hooks

 



Gloria Jean Watkins mejor conocida como bell hooks es una escritora, activista, y crítica social que nace un 25 de septiembre de 1952 en una pequeña y humilde población de Kentucky, E.U, con una larga trayectoria como ensayista sus obras presentan alguno de los siguientes temas: raza, clase o género, con ánimo de concientizar a los lectores, lo que somos, nuestra riqueza cultural. Como docente, estuvo al frente de las aulas por más de treinta y cinco años en diversas instituciones de educación superior, hasta el día de su partida.

     La razón por la cual su nombre se escribe en minúscula es porque lo tomó de su bisabuela Bell Blair Hooks como seudónimo, ya que la abuela era conocida por ser audaz uso del lenguaje y por ser un ejemplo de resistencia ante la vida, pues le tocó vivir la parte más cruel de la segregación racial, por ello  nunca quiso que se escribiera de la forma correcta su seudónimo, con mayúsculas iniciales, porque aseguraba que lo importante de una persona no es el nombre, sino las ideas que deje a su paso por esta vida.

     Desde pequeña conoció la segregación, las limitaciones materiales y en lugar de quejarse se dio a la tarea de buscar respuestas. Autora de más de cuarenta libros, artículos académicos, conferencias, documentales, con los cuales aprovechó la oportunidad de abordar alguno de los temas que fue desarrollando a lo largo de su vida académica, como la historia, la sexualidad, el feminismo, la comunicación. Algo muy valioso en su pensamiento es en torno a su forma de ser en el mundo, ella decía que era importante mantener el ego bajo control para que su trabajo escrito representara la coherencia que ella buscaba en su actuar.

     La escritora pasó toda su vida reivindicando la importancia del reconocimiento de nuestra identidad, desde el punto más vulnerable, pues ella sufrió el racismo, hasta la búsqueda de una mayor comprensión del contexto, porque no lo consideró como algo que sólo le sucedía a ella, sino para a su raza. También ayudó a delimitar y replantear muchos temas urgentes de analizar, como el amor, en su libro Todo sobre el amor hace hincapié en que este sentimiento es una fuerza transformadora, una herramienta para crear un mundo más igualitario, sin embargo, estas ideas no pueden sonar realistas bajo las dinámicas de poder que se han creado entre hombres y mujeres, por ello reitera la falta de certeza en la enseñanza sobre el amor, a los hombres les enseñan a mantener sus sentimientos en resguardo, porque si los dejan ver serán juzgados como débiles, mientras que a las mujeres se les hostiga en una dinámica de abuso y dominación, por lo cual insiste en la práctica ética del amor en donde la justicia, la equidad y el respeto sean la base de la relación y define en términos afectivos el espacio amoroso como una trinchera en donde nos fortalecemos para resistir, acompañar y transformar el mundo.

     Su trabajo ensayístico la llevó a formar parte de las teóricas del feminismo negro junto con Angela Davis y Audrey Lorde, razón por la cual es reconocida como una de las escritoras más influyentes de finales del siglo XX. Su obra gira en torno al entendimiento de esta sociedad desigual, centra toda su atención en la renovación ideológica y determina una nueva propuesta de reconocimiento para la comunidad afroamericana. En su libro El feminismo es para todos rompe el esquema radical de sólo dirigirse a las mujeres y acá nos dice: “el movimiento feminista era un movimiento por la justicia social tan válido como todos los demás movimientos radicales de la historia de nuestro país que habían apoyado los hombres.”[1] Porque justamente terminar con la opresión hacia las mujeres traería beneficios importantes a la sociedad y reitera el hecho de que los hombres son parte del cambio.  

     Ese contante espíritu curioso la lleva a publicar su libro Respondona en donde hace una revisión de cómo fue su búsqueda de respuestas, pues siendo niña estaba educada para hablar poco, callar mucho y no responder a las indicaciones porque si no venía un castigo, de a poco se va dando cuenta de la importancia del reconocimiento de su voz, esa voz que representa un ejercicio de libertad, porque logra pasar del silencio al discurso como un gesto revolucionario, esa voz es un elemento que vamos identificando, primero se recupera y con el paso de tiempo se crea y transforma. Sus trabajos escritos logran romper con las estructuras patriarcales fomentando la solidaridad como elemento necesario en la lucha feminista, especificando que el surgimiento de la solidaridad esta apoyada de una pedagogía liberadora, pues la educación es un factor determinante para la aceptación, la defensa y el estudio de nuestros ideales. En 2014 funda el Instituto bell hooks en Berea, Kentucky donde trabajó hasta sus últimos días. En 2018, tuvo uno de sus últimos eventos públicos para recibir un reconocimiento por parte del estado de Kentucky, lugar donde nació, dijo que tal hecho le pareció una victoria, porque justo en el sitio donde creció, donde fue discriminada, donde le dijeron muchas veces que la gente de color no escribe libros, justo en ese lugar reconocían su trabajo y aportación ideológica. bell hooks fallece un 15 de diciembre de 2021, a los 69 años. 







[1] bell hooks, El feminismo es para todos, Madrid, Traficantes de sueño, 2017, p. 94

https://traficantes.net/sites/default/files/pdfs/TDS_map47_hooks_web.pdf. 

https://proassetspdlcom.cdnstatics2.com/usuaris/libros_contenido/arxius/46/45810_Todo_sobre_el_amor.pdf. 

https://www.marcialpons.es/media/pdf/49272_Respondona.pdf

domingo, 24 de noviembre de 2024

Adania Shibli

 



Escritora, profesora y periodista palestina que nace en el año 1974 en una aldea llamada Shibli-Umm al-Ghanam, en la frontera con Israel. Su formación profesional inicia en la Universidad Hebrea de Israel donde estudia comunicación y periodismo, posteriormente hace su doctorado en la Universidad del Este de Londres en estudios culturales y de medios, posteriormente obtiene una beca para el postdoctorado en Wissenschafskolleg de Berlín, ahora ejerce su trabajo como docente en la Universidad Birzeit de Palestina.

     Ha publicado en diversas revistas literarias de Europa y Oriente Medio, su libro de ensayos A journey of Ideas Across: In dialogue with Edward Said aborda las ideas planteadas en el libro Orientalismo, de Said, con esa publicación realiza un simposio en 2013 en la “Casa de las culturas del Mundo”, en Berlín.

      En cuanto a su obra literaria la escribe en árabe, su lengua natal porque menciona, “el idioma va en paralelo a la vida”[1], su primera novela Un toque obtuvo el premio novela joven en 2001; dos años después publica su segunda novela Todos estamos más o menos igual de lejos del amor y también es reconocida con un premio en 2003. Poco a poco su fama y reconocimiento ha ido creciendo y abriéndose paso a nivel internacional logrando traducciones de su obra.

     En 2010 forma parte de la generación Beirut 39, proyecto organizado por el “Hay Festival” realizado en la capital de Líbano en el marco de la promulgación de Beirut como “Capital del libro” en dicho evento se difundió el trabajo de 39 escritores jóvenes, entre ellos Adania Shibli, haciendo de ese evento un semillero de escritores palestinos que, pese a la situación de colonialismo que viven por parte de Israel, mantienen su deseo de hacer arte, ya que, como dice la escritora: “Hay algo que la lengua y la literatura pueden ofrecer y compartir, algo que la vida misma es incapaz de hacer”[2]

    En el año 2016 publica su novela Un detalle menor, y en el 2019 se traduce al español, rápidamente la novela fue reconocida, primero preseleccionada para los premios nacionales del libro en 2020 e incluida en la lista internacional Booker prime en 2021.

     En el año 2023 su novela Un detalle menor fue seleccionado para recibir el premio LiBeraturpreis que otorga la organización alemana Litprom, la ceremonia de entrega sería en la feria de Frankfurt, anunciada para el 20 de octubre de ese año, pero unos días antes fue cancelada la entrega debido a la protesta de periodistas alemanes que clasificaron la novela de “antisemita”, seguramente motivado por el inicio del conflicto bélico entre Israel y Palestina iniciado el 7 de octubre de ese mismo año. Por supuesto que las protestas no se hicieron esperar, intelectuales de diversos países criticaron la decisión y fue publicada una carta abierta en la página https://arablit.org/  donde trecientos cincuenta escritores, editores y editoriales expresan su desacuerdo con la organización sin fines de lucro Litprom.

    Pero, ¿Qué es lo que plantea la novela que causó molestia en la comunidad judía? La obra desarrolla dos sucesos, el primero es contado por un narrador omnisciente  y aborda un hecho acontecido en los asentamientos militares del desierto del Néguev en 1949, un año después de la guerra árabe-israelí, el cual sucedió cuando un grupo de militares encuentran a una joven palestina y es torturada y violada por días antes de ser asesinada; el segundo acontecimiento se ubica por los años noventa, ya contado en primera persona por una joven periodista que se encuentra la historia de esa chica y busca la manera de sacarla a la luz, este es el planteamiento en general, suficiente para aclarar que el hecho de no entregarle el premio que merecía no fue porque su novela mostrara antisemitismo, sino por exponer el cruel comportamiento de quienes algunas vez fueron maltratados por diversos gobiernos a lo largo de la historia, pero que hoy día asumen el papel de verdugos de los pueblos árabes asentados en la región que comparten. La falta de humanidad elimina toda consideración hacia los judíos que cegados atacan sin consideración. Ante ello Adania Shibli menciona: “Escribo para no caer en ese estereotipo que los israelíes nos dan al calificarnos de animales salvajes y violentos.”[3]  

     La exposición de la violencia en la obra de Adania Shibli sólo es una muestra de lo que ocurre en esa zona, las voces de sus protagonistas anónimas proyectan el día a día del doloroso apartheid vivido y permitido por todos los países y organizaciones que podrían parar el azote, pero que prefieren ignorar los hechos, aludiendo diferencias por temas religiosos. No podrían estar más lejos de la verdad y la justicia, y sin importar el dolor ajeno se perpetúa el sometimiento y segregación que los niños, mujeres y demás población vive. Adania Shibli expresa en una charla: “La belleza de la literatura es intentar ponerse en el lugar del otro y representarlo”[4]

     La escritora divide su tiempo entre Alemania y Palestina, lleva su idioma y su tierra a donde quiera que va, aunque sea constante el intento por borrar a los palestinos del espacio que por derecho también es de ellos. La lucha por su lengua es también la disputa por defender su identidad, su manera de narrar y retratar con palabras el contexto de cientos de personas, pero también es una constancia de que ante el genocidio la literatura se presenta como experiencia lingüística opuesta a la narrativa que describe la violencia, la escritura es representar el lenguaje vivo y estremecer con aquello que sucede en la cotidianidad de un pueblo en donde las mujeres son botín de guerra.







[1] Encuentro con Adania Shibli en la “Feria del Libro de Madrid”, 2024. https://www.youtube.com/watch?v=DzNJl4wXBnA

[2] “Universalismo y narración. Una conversación con Adania Shibli” 2022.

https://www.youtube.com/watch?v=xzZs_q5l2Ec&t=940s

[3] Encuentro con Adania Shibli en la “Feria del Libro de Madrid”, 2024. https://www.youtube.com/watch?v=DzNJl4wXBnA

[4] Encuentro con Adania Shibli en la “Feria del Libro de Madrid”, 2024. https://www.youtube.com/watch?v=DzNJl4wXBnA


domingo, 25 de agosto de 2024

Christa Wolf


Nace en Landsberg, Alemania en 1929, sus obras gozan de gran prestigio y ha sido reconocida con numerosos premios. Hemos escuchado la duda sincera ¿De dónde toma sus referencias alguien que escribe? Por lo regular centra su interés en lo que pasa en torno a su realidad, su identidad y su historia de vida. Ella forma parte de la segunda generación de escritores pertenecientes a la RDA, es sobreviviente de dos dictaduras continuas, se instala con sus padres en la Alemania Oriental en donde estudia lengua y literatura alemana en la Universidad de Jena y Leipzig. Siempre mantuvo un evidente compromiso político, reflejado en su obra. Escribió novela, cuento ensayo, guion cinematográfico. Algunas traducciones disponibles en español son: El cielo partido, Noticias sobre Christa T, Muestra de Infancia, En ningún lugar, en parte alguna, El accidente, Bajo los tilos, Kassandra, Medea.

     La novela publicada en 1963 con el nombre El cielo partido plantea la realidad de una nación dividida, del encuentro de dos jóvenes que se enamoran, pero toman rumbos diferentes debido a las ideas políticas que influyen en la situación de muchos ciudadanos que vivieron esa ruptura sin elegirla, esa situación que impulsa un enfrentamiento, una separación entre el lenguaje y la cultura de un país. Sin embargo, los protagonistas llamados Rita y Manfred le sirven a la autora para dar voz a su idea en torno a la división física provocada por las diferencias ideológicas, esa vergüenza histórica que representó el Muro de Berlín. Algo que dijo sobre las diferencias entre ellos resalta la importancia para la RDA (República Democrática Alemana) por el “nosotros” mientras que para la RFA (Republica Federal Alemana) lo que más importaba era el “yo”. [1]

     Después de esta novela tan exitosa se le integra al comité central del Partido Socialista Unificado, la relación no duraría mucho porque ella era escritora, no se orientaba por los estándares políticos, ese aspecto clientelar que el poder impone a los intelectuales, Christa no lo iba a cargar y así lo demostró con su segunda publicación, Noticias sobre Christa T, misma que fue prohibida, no agrado al partido porque para ellos era demasiado depresiva, en contrapeso su proyección fuera del país como escritora disidente va en aumento, tal vez esa palabra es la que mejor la describe: disidente, durante toda su vida mantuvo presente en su obra los temas sociales, humanos y políticos.

     Publica la novela Kassandra en 1983 y pronto se vuelve una obra de referencia a nivel mundial, en ella recrea la situación de Casandra, la sacerdotisa troyana que fue condenada por Apolo a tener el don de la profecía, pero, al no acceder a relacionarse con él de forma intima la maldice con la desgracia de no ser atendida, nadie iba a creer jamás en sus profecías. La sacerdotisa Casandra siendo hija de Príamo y Hécuba, reyes de Troya, vio la llegada de París y Helena y con ello sus sueños de batallas no dejaron de advertirle lo cerca que estaba la guerra, la miseria, la muerte, el dolor.  Los tiempos oscuros para toda Troya llegaron con esa unión. Cada profecía en torno a la guerra fue ignorada, aunque todas fueron cumpliéndose conforme avanzó el asedio.

     La escritora mantiene su interés en retratar el comportamiento humano en situaciones históricas adversas, dando una importancia a la interpretación desde la propia voz, desde la inquietud de mujer, su personaje se enfoca en la búsqueda de esa voz femenina, Casandra se sabe condenada, muestra su desesperación, denuncia lo que vendrá sin que se atienda su declaración, vive con visiones y pérdidas y se mantiene entre el futuro doloroso y el presente violento, la única certeza es su muerte cercana. El libro presenta en forma de soliloquio todo lo que desencadena la guerra, su pesada figura y el clamor ante la decadencia y el duelo de una civilización.

     La humanidad se pierde en la reinterpretación de la sacerdotisa, el monólogo de Casandra en momentos la expone como “la loca” que reclama. Quienes están negociando salidas al conflicto, la ven como enferma, su voz no se oye como algo posible, ese tipo de loca parecida a la descrita por Marcela Lagarde en Los cautiverios de la mujer sobre la cual dice: la loca es un espejo maquiavélico para que se miren todas y no se identifiquen con ella. Para que la asuman como la más distante, la ajena.” [2] Y este es el más cruel de los castigos para una profeta, porque sus palabras no respaldan la verdad que representan.

     Christa Wolf ocupa un lugar en la sala de las escritoras comprometidas, su expresión refleja un constante cuestionamiento al ser humano, ella no escribe para entretener, sino para cuestionar lo que se acepta por verdad y nos acerca a lo cotidiano de cada realidad, sin verlo desde nuestra propia ventana. Su escritura tiene un trato, el que se hace con los ideales que definen a la humanidad y sus valores, esos que representan un nosotros, antes que un yo. Ella fallece el 1ero. de diciembre de 2011 en Alemania. [3]



[2] Lagarde, Marcela, Los cautiverios de la mujer, México, UNAM, 2005.

[3] Margarita Blanco, “Traducciones al español de la narrativa de Christa Wolf”, Livius, 2 (1992) 263-268.




lunes, 1 de julio de 2024

Margaret Atwood

 



La trayectoria de esta magnifica escritora es descomunal. Nace en Ottawa, Canadá el 18 de noviembre de 1939, es novelista y poeta, escribe también literatura infantil y ensayos. Se conoce su trabajo literario a partir de los años sesenta, su primera novela publicada sale al mercado en 1969 se llama La mujer comestible, ¿vaya título no crees? esta obra resalta la situación de la mujer que vive siguiendo estereotipos, busca lo mismo que sus amigas: estudiar una carrera para luego no ejercerla, tener un trabajo y asumir que no hay más que hacer, casarse para luego ser infiel, y reprimir lo que realmente quiere, doble angustia en el personaje cuando se muestra su falta de identidad al no saber qué es lo que realmente quiere, la historia se encamina a una inclinada pendiente. Esta novela es considerada proto feminista, sin embargo, no es así ya que lo proto feminista pertenece a los siglos anteriores al Siglo XX[1], sin duda se trata de una novela con una mujer como protagonista y la historia es muy femenina, no feminista porque la trama gira en torno a las decisiones del personaje principal cuya vida refiere maltrato, pero si representa a: “La mujer (que) parecía una figurilla de porcelana, antigua y elegante”[2]. Pasmada ante las situaciones de la vida, a punto de perder la razón.

     Otras de sus principales novelas son: Alias Grace (1996); El cuento de la criada (1985); El asesino ciego (2000); Los testamentos (2019), que representa la parte conclusiva de la novela llamada El cuento de la criada. En cada una de ellas se reconoce una visión crítica muy femenina, expone cual ha sido nuestro trato de forma explícita, además forma parte de un subgénero literario emergente llamado CLI- FI[3],  el escritor Dan Bloom es quien acuña el término en 2007 por su nombre en inglés climate fiction o ficción climática, estilo que centra su atención en incluir algún aspecto de la crisis climática que nos afecta a nivel mundial, ella comenta en una entrevista su interés en escribir sobre el tema con el fin de concientizar a los lectores sobre lo que está pasando, también reconoce su activismo en este ámbito y llama a sumar esfuerzos para lograr cambios al respecto.

     Una novela de obligada mención, sobre todo porque salta del papel a la pantalla y se convierte en una de las series de ciencia ficción más exitosas desde su primera temporada en 2017, me refiero a El cuento de la criada que plantea una historia en un futuro distópico en donde, debido a los estragos de la civilización,  la fertilidad femenina disminuye y el grupo en el poder, apegado a la religión, todos ellos hombres de bien consideran buena idea hacer esclavas sexuales a ese porcentaje de mujeres que todavía es fértil, pues esta premisa  es la que plantea Margaret Atwood en su novela, la misma que se mantiene a través de cinco temporadas y la sexta en producción, en ellas la escritora se encarga del guion.

     Su estilo muestra una clara estética posmoderna, está presenta la ficción especulativa, es decir que no es del todo ficción porque en algún momento algunas de sus historias pueden volverse realidad. La fluidez con la que narra hace fácil adentrarte a las temáticas casi siempre distópicas, alucinantes e irracionales en un alto nivel porque los mundos que crea en su literatura presentan un ser humano del todo deshumanizado y marcando extremas diferencias en el trato hacia la mujer.   

      La escritora admite sus dificultades al principio de su búsqueda de estilo ya que, su país nacido en el siglo XIX, pues fue en 1867 cuando se le reconoce como nación independiente a pesar de tener en su territorio a grupos ingleses, franceses, aparte de los inmigrantes y la fuerte presencia de indígenas, por lo cual era muy complicado hablar de una identidad, por las dos principales tradiciones literarias, francesa e inglesa, esto sólo fue al principio de su quehacer literario, ya que fue alumna de Northrop Frye, reconocido teórico y crítico literario canadiense, quien trabajo para desentrañar este revoltijo de culturas. Una de sus más importantes posturas teóricas sostiene que la literatura, el desarrollo cultural y la identidad están unidos, esto sienta las bases de una identidad literaria canadiense, después de todo, la mezcla étnica dentro de una nación está presente en muchos otros países.

       Su proyección como escritora es admirable en todos los sentidos, a sus 86 años sigue escribiendo, dando conferencias, trabajando en el guion de su obra y más, Atwood quien a lo largo de su obra ha buscado plasmar con imágenes los escenarios únicos de un mundo en decadencia que quisiéramos muy lejano, pero maliciosamente posible, ese futuro en donde vuelven las ciudades amuralladas, los estados totalitarios con esos paisajes de la ficción histórica que ella desarrolla de manera genial. Espero que esta presentación te acerque a su lectura donde te aseguro encontrarás una infinidad de tramas, mundos desgarradores y sobre todo excepcionales.






martes, 28 de mayo de 2024

Banana Yoshimoto

 

Mahoko Yoshimoto es una novelista japonesa que nace un 24 de julio de 1964, también es hija de un reconocido filósofo de los años sesenta Takaaki Yoshimoto y hermana de una mangaka. mejor conocida como Banana Yoshimoto, seudónimo que utiliza desde su primera y exitosa novela Kitchen publicada en 1988 mientras terminaba su licenciatura en literatura cursada en la Universidad de Nihon y trabajaba en un club de golf, en sus ratos libres terminó de escribirla con apenas 23 años. Esta primera novela ganó el premio Newcomer Writers Prize y el Izumi Kyoka en 1989, así como el prestigioso premio italiano llamado Scanno. Su estilo se ubica dentro de género shōjo que es: “un género japonés de ficción en literatura, anime y otros medios que tiene como público objetivo a mujeres jóvenes”[1]

     Su presencia en las letras japonesas se enmarca dentro de la llamada era Heisei, la actual era empezó en 1989, año en el que Akihito sucedió a su padre, el emperador Hirohito, quien reinó durante el periodo Showa y al que hoy se conoce como emperador Showa[2], durante este periodo de tiempo Japón sufrió desde atentados, crisis económica, hasta terremotos que dejaron terribles daños, todos los cambios que fue sufriendo Japón en esta era repercuten directamente en la difusión de la literatura escrita por mujeres, como se sabe, la cultura japonesa impone muchas normas restrictivas hacia la mujer, pero en esta era Heisei la apertura fue determinante en la aceptación de la literatura femenina.

   La visibilidad femenina fue contundente a partir de la era Heise, con doce libros traducidos al español es notable como mantienen el persistente interés en la mujer como el centro de su narrativa, donde se describe en pequeñas dosis algo de los atavíos de las mujeres en Japón, el país milenario de los cerezos en flor. Yoshimoto atiende a la creación de personajes femeninos, jóvenes, que aprenden a vivir, y esos diálogos abundantes, parecidos a un retrato de la juventud en esa voz que narra su andar por la vida, donde las ausencias y el silencio son parte de su existir. La escritora impregna de jovialidad a la literatura de su país, cálida, fresca, atendiendo el detalle en los pequeños actos de lo cotidiano. Su acercamiento a la comida es a la vez un reconocimiento de sus tradiciones, pues en la cultura japonesa desde épocas milenarias la comida es un elemento frecuente, en torno a ella la escritora reivindica el espacio de la creación, que culturalmente es un lugar de charla, convivencia y vigor, donde la mujer es la autora de cada delicia culinaria que su cultura le enseña.

Yoshimoto se ha convertido en una de las voces más prestigiosas de la literatura japonesa, en Kitchen nos deja ver su lugar seguro, la cocina como lugar de refugio donde aliviar la perdida, arrullada por el sonido del refrigerador, así narrado en su novela. Aunque en ella nos presenta una realidad severa, pues una pérdida nunca es algo sencillo de aceptar, otros elementos sobresalen en su primera obra, Mikage Sakurai la protagonista enfrenta la vida sola, desprotegida nos cuenta en primera persona, de forma incluso intimista su vida después de la muerte de su abuela, el último familiar que le quedaba vivo, en adelante la orfandad la lleva a aceptar la protección de un vecino, pero en cada una de las relaciones es constante la dificultad para comunicar los sentimientos.[3]

     Parece haber en su protagonista una persistente búsqueda de sentido, tal vez por ello, la comida es un buen comienzo para estrechar las relaciones y con mucha claridad lo dice: “Creo que la cocina es el lugar del mundo que más me gusta. En la cocina, no importa de quién sea, o en cualquier sitio donde se haga comida, no sufro.”[4] Esta relación de la escritora con la comida se vuelca en la novela de forma poética, uno de los datos que más me sorprendió fue que: “La literatura de Yoshimoto ha sido catalogada como iyashi, es decir, que tiene una dimensión sanadora, que al final hace sentir bien.”[5]

     En Italia se hizo un libro en honor a su primera obra donde se recrean los platillos que son mencionados en el libro Kitchen, La traducción al inglés de esta novela fue en 1993 y llegó a Estados Unidos puesta en boga por algún publicista inteligente que le llamó “Bananamania”.



 



[1]  Sánchez Cardona, Andrea, Representación de relaciones afectivas en el género japonés de ficción shōjo: Liz y el pájaro azul, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de los Andes, 2020.

[2] “El fin (literal) de una era: Japón proclamará una nueva época imperial”, James Griffiths, EXPANSIÓN, 29 marzo 2019

https://expansion.mx/mundo/2019/03/29/el-fin-literal-de-una-era-japon-proclamara-una-nueva-epoca-imperial

 

[3] Banana Yoshimoto: “Los japoneses han ido perdiendo la fe en sí mismos”, El país, Rosa Rivas, 20 mar. 2015, https://elpais.com/cultura/2014/10/21/actualidad/1413914342_527175.html

[4] Banana Yoshimoto, Kitchen, España, Tusquets, 2013, p. 7.

[5] Kappa Bunko, literature japonesa, Banana Yoshimoto, 2014. https://kappabunko.com/2014/07/24/yoshimoto-banana/

 


jueves, 3 de febrero de 2022

Ana Teresa Torres

 


Novelista, investigadora, cronista, psicóloga  y profesora venezolana nacida en Caracas el 6 de julio de 1945, pasa sus años de adolescencia en Madrid, después de la muerte de su madre, pero en 1964 vuelve a Caracas y se gradúa en psicología en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) es fundadora de la Sociedad Psicoanalítica de Caracas, por varios años ejerce dos profesiones, hasta que con “Retrato frente al mar” recibe el premio de cuentos anual del diario El Nacional en 1984 y se decide por la escritura.

      A partir de entonces cosecha un buen número de reconocimientos que sólo confirman su destacada importancia en el arte verbal, todo su trabajo literario centra la atención en la voz femenina en medio de diversos contextos históricos, así como en la naturaleza social de la sociedad caraqueña. Su primera novela es El exilio del tiempo escrita en 1990, a esta le siguen Doña Inés contra el olvido publicada en 1992, novela histórica que recibe el premio Pegasus de literatura 1998 a la mejor novela venezolana de la década, la autora ha reconocido que se inspiró en la obra Noticias del imperio del mexicano Fernando del Paso. En ella se da a la tarea de inspeccionar por medio de su personaje principal, Doña Inés, su acercamiento a la historia de su natal Venezuela, acentuando el papel de la mujer en los procesos históricos ante lo cual dice: “El problema no se mitiga escribiendo una novela en la cual la protagonista sea una heroica y maravillosa mujer. No, no tiene nada que ver con eso. La historia de la que estoy hablando no es de las grandes batallas, ni de las independencias y revoluciones, a la que tan aficionados somos los latinoamericanos. La historia es ese tejido social que atraviesa la reproducción y creación cotidiana de la vida que ocurre todos los días”.[1]

     Estos rasgos en su narrativa se ubican dentro de los discursos de la intrahistoria definida esta: “Como una visión de la historia desde los márgenes del poder y tiene como protagonistas a personajes cuya tensión entre espacio de experiencia o habitus y horizonte de espera resulta en una conciencia del subalterno de un pasado y de un futuro muy distante a los de la historia oficial”.[2]  Después su libro Malena de cinco mundos escrita en 1997 juega con el tema de la reencarnación y lleva a su personaje por cinco momentos históricos; en 1999 Los últimos espectadores del acorazado Potemkin es merecedora del premio municipal de narrativa del Distrito Federal y es finalista del certamen Rómulo Gallegos; el libro donde se recopilan sus ensayos A beneficio de inventario es publicado en el 2000 y en 2001 publica la novela erótica La favorita del señor; ese mismo año recibe el prestigiado Premio Anna Seghers otorgado por su amplia trayectoria e importancia.

     En el año 2006 publica su novela distópica Nocturama, donde centra su atención en la identidad desgarrada de Ulises Zero en medio de un infierno citadino, sombrío, sin memoria. Hay análisis de esta novela que ven claramente una alegoría decadente de la nación venezolana en sus alusiones, con un futuro poco prometedor. Dos años después, en 2008 nos presenta una saga policial llamada La fascinación de la víctima, como muestra de su gran versatilidad imaginativa, pero sin dejar de lado sus temáticas centrales.

      Sobre la historia de las ideas de su país escribe en 2009 el libro La herencia de la tribu. Del mito de independencia a la Revolución Bolivariana su aporte en este trabajo analiza con base psicológica aspectos político-histórico que busca desentrañar las causas de las actuales circunstancias políticas del pueblo venezolano en las cuales se entremezclan el mito bolivariano y el mito democrático pero sobre todo remarca la importancia que tuvo el discurso chavista en el convencimiento de la población que lo siguió, el desencanto de la clase media, y el éxodo de un porcentaje importante de población trabajadora. La escribana del viento es una novela del 2013 centrada en un acontecimiento ocurrido en el siglo XVII en contra del obispo fray Mauro de Tovar.

    Esa misma voluntad extrema en su comprometida escritura se complementa con sus artículos en prensa y diversas acciones de resistencia de la sociedad civil en la asociación “Gente de la cultura” y “Pen Venezuela”, frente al régimen instaurado en su país, parte de esa aportación es su emblemático libro Diario en ruinas que va de 1998-2017 y cuya característica es acercarnos a la realidad venezolana por medio de su crónica bien condimentada de realismo en torno a la situación política de esa nación. En este libro ella va narrando desde las elecciones de 1998, como el ambiente y la expectativa que se crea en torno al régimen chavista se va transformando en algo más allá del aspecto dictatorial, hasta llegar al totalitarismo mafioso que ignora toda institución existente para instaurar un descarado saqueo en manos de unos pocos. En Diario en ruinas reflexiona:

 No sé si alguien habrá llevado la cuenta de todas las instancias creadas desde 1999; de todos los ministerios, viceministros, estados mayores, de todas las misiones, propósitos, proyectos, iniciativas, estructuras y subestructuras urbanas y rurales arrumbadas y olvidadas en el gran archivo de la nada. Valdría la pena el listado, por ejemplo, la ruta de la empanada, las arepas socialistas, o el cultivo organopónico (o hidropónico) en la avenida México de Caracas y también el eje Orinoco-Apure; el proyecto bandera de Jorge Giordani. Nadie cree ya en nada de eso. [3]

     Ana Teresa Torres demuestra con su trabajo la responsabilidad de los intelectuales frente a los movimientos sociales que agobian una sociedad, y por lo mismo comenta: “El compromiso del escritor radica en que es un ciudadano. No tiene una obligación distinta a la del resto. En nuestro caso, que es el que nos interesa ahora, creo que, en general, los intelectuales han demostrado mucho compromiso, han tenido una actuación permanente con respecto a la situación del país”.[4]

    El pesar que vive su gente lo retrata como fiel reportera de los días que agobian Venezuela por la meritocracia y la elite corrupta urgida por apoderarse de los recursos naturales: en uno de sus escritos y firmado por muchos otros escritores “Libertad bajo palabra. Gente del Libro” en El Nacional el 19 de julio de 2017 nos recuerdan: “Nos encontramos, insistimos, en los días más difíciles de la República. Las enfermedades han regresado a las salas de nuestras casas; la miseria humana recorre nuestras calles y avenidas, mostrando lo peor de nosotros mismos. Pero aun en este tiempo, nos sostenemos en las luchas libradas a través de la palabra por nuestros ancestros […] Es necesario enfrentar la militarización de la sociedad, a los arrebatados de siempre en nuestra historia, los peores entre nosotros”. [5] No dudes en aproximarte a su palabra, a su reflexión y análisis, porque estarás acercándote a un conocimiento más real y fundamentado sobre una de las realidades más golpeadas de nuestra América Latina. 

 




[2] Luz Marina Rivas, La novela intrahistórica: Tres miradas femeninas de la historia venezolana. Ediciones el otro, el mismo. Mérida Venezuela, 2004. p.88.

[4] Diego Arroyo Gil, Entrevista con Ana Teresa Torres, ¿“Cómo se recompone una sociedad que se ha acostumbrado a que cualquier crimen es posible?” Runrun es. Jul. 05,2016.https://runrun.es/investigacion/269278/ana-teresa-torres-como-se-recompone-una-sociedad-que-se-ha-acostumbrado-a-que-cualquier-crimen-es-posible/


sábado, 18 de septiembre de 2021

Coral Herrera Gómez



Escritora, comunicóloga y activista española nacida en 1977 doctorada en humanidades y comunicación visual, Coral centra su trabajo en la lucha feminista libertaria y pacifista desentrañando la significación de los mitos en torno al amor romántico. Entre sus libros más representativos están: Mujeres que ya no sufren por amor; Cómo disfrutar del amor; Dueña de mi amor; Hombres que ya no sufren por amor; Bodas reales, bodas patriarcales; Bodas diversas y amores queer; Más allá de las etiquetas. Dentro de su trabajo también incluye, cursos, conferencias, artículos en diferentes revistas. Su tesis doctoral titulada “La construcción sociocultural del amor romántico” es un aporte liberador que permite la reflexión y el entendimiento acerca de lo que se entiende sobre él, por medio de este análisis aclara el significado y las practicas del amor que se imponen desde el contexto social, familiar y cultural. 

     Tan sólo para iniciar con el tema, el mito de la media naranja que nos coloca como seres incompletos en la búsqueda  de una pareja ideal para sentirnos plenos, es un ejemplo del amor romántico, luego, podemos citar los celos, la pasión eterna, el amor debe doler, ideas excesivas y condicionantes en forma negativa, pero si damos una mirada al entorno cultural podemos percibir algunas señales de cómo fue posible el aumento de los mitos, estamos rodeados de una constante hipersexualización, esto es centrar la atención en los atributos sexuales, desde canciones, novelas, poemas, anuncios de todo tipo de productos, hasta el enorme listado de series y películas cuyo tema reitera las formas en que “debe” ser el amor desde el engaño propagandístico que impone la cultura.

     Todo lo anterior deja de lado los elementos reales que nutren el amor, recordemos, los pilares son: Compromiso que suele confundirse con el dominio y la obsesión, intimidad y pasión. Estas bases en un vínculo se reafirman por nexos generados día a día, con ello se desencadenan reacciones químicas, hormonales, físicas, capaces de fortalecer los sentimientos mutuos, cuando no se tienen estas condiciones pronto se evidencia el desencanto, como en el caso de los amores virtuales o relaciones sentimentales cibernéticas carentes de contacto físico, risas, y conocimiento del lenguaje no verbal, circunstancias que al final dejan en claro el espejismo.

     Los factores determinantes para construir el amor no son fundamentales desde el escenario romántico, de acuerdo con la amplia investigación de la escritora, el bombardeo que los medios de comunicación ejercen en torno al amor sólo contribuyen a reafirmar los estereotipos, ya que:  

En general, la mitología romántica ha cobrado una importancia fundamental en el siglo XXI, hasta llegar a adquirir el estatus de utopía colectiva de carácter emocional. Esta utopía nos presenta el amor como una fuente de felicidad absoluta y de emociones compartidas que amortiguan la soledad a la que está condenado el ser humano. En un mundo tan competitivo e individualista como el nuestro, en el que los grupos se encuentran fragmentados en unidades familiares básicas, las personas encuentran en el amor romántico la forma de enfrentarse al mundo. El amor, es, en este sentido, un nexo idealizado de intimidad que se establece con otra persona y gracias al cual podemos sentir que alguien que nos escucha, nos apoya incondicionalmente y lucha con nosotros contra los obstáculos de la vida.[1]

   Ante esta realidad azarosa el trabajo de Coral Herrera es de vital importancia como medio explicativo y de razonamiento para quien duda sobre lo que busca en una pareja, de igual forma es un tema que afecta no sólo a mujeres, sino también a hombres influidos por practicas heredadas, no siempre correctas para fortalecer una conexión. Siendo el amor un concepto teórico que nos permite elaborar una base ideológica para nuestra identidad volvamos a retomar la investigación de la escritora que escribe: “El amor romántico es, en este sentido, un ideal mitificado por la cultura, pero con una gran carga machista, individualista, y egoísta. A través del amor romántico se nos enseña a relacionarnos, a reprimir nuestra sexualidad y orientarla hacia una sola persona. A través de las ficciones que creamos y los cuentos que nos contamos, aprendemos cómo debe de ser un hombre, y como debe de ser una mujer, y muchos seguimos estos modelos de masculinidad y feminidad tan limitados para poder integrarnos felizmente en esta sociedad y encontrar pareja.”[2]

  Su compromiso con el tema no sólo es a través de la escritura, en 2015 funda una comunidad llamada “El laboratorio del amor” espacio de acompañamiento y análisis, en dicha plataforma se encuentran talleres y debates centrados en tres ideas:

-          Ningún amor es ilegal

-          Lo romántico es político

-          Otras formas de quererse son posibles

    En este sitio tendrás la oportunidad de revisar diversos artículos, testimonios, cursos, una opción en la que puedes comprar un curso para una amiga, hermana, pareja, en fin, para ofrecerlo como regalo y también es posible solicitar beca para tomar un taller enviando correo. 

     Lo más importante al explorar dichas ideas es darse la oportunidad de continuar una revisión en torno al amor, ya que, como la antropóloga Marcela Lagarde en su libro Los cautiverios de las mujeres confirma: “La experiencia particular está determinada por las condiciones de vida que incluyen, además, la perspectiva ideológica a partir de la cual cada mujer tiene conciencia de sí y del mundo, de los límites de su persona y de los límites de su conocimiento, de su sabiduría, y de los confines de su universo”[3]. Lo cual es la certeza de que estamos incluidas en una estructura, pero no es exclusiva e inmutable, todo depende de nuestros alcances en la apertura de conciencia y dirección para tener en claro ¿Qué tipo de relación queremos construir?

 




[1] Herrera Gómez, Coral (17 sep. 2021) La construcción cultural del amor romántico, Haikita, https://haikita.blogspot.com/2012/02/la-construccion-sociocultural-del-amor.html  

[2] Ibidem.

[3] Marcela Lagarde, Los cautiverios de la mujer: Madresposas, monjas, putas. Presas y locas.  Universidad Nacional Autónoma de México, 2005, p.803.

Tsitsi Dangarembga

  Escritora y cineasta nacida en Zimbabue, el 4 de febrero de 1959, es un referente de feminismo y de realismo al mostrar en toda su obra al...