jueves, 25 de noviembre de 2021

Cristina Peri Rossi


A propósito de su reciente reconocimiento como la ganadora del premio Cervantes 2021, más quince anteriores reconocimientos de su obra, es obligado acercarnos a su escritura, sus temas y frecuentes personificaciones. Ella conoce muy bien el exilio, algo apenas imaginado para algunos de nosotros, y para otros una opción desaprobada. Jamás dejar la propia herencia, el pedazo de identidad que nos define en la llegada. Peri Rossi estudió literatura comparada, biología y música, sobresale como lingüista, poeta, traductora, novelista, periodista y activista. Es considerada una de las escritoras más importantes en lengua castellana su obra se traduce a más de veinte idiomas, además es la única mujer integrante del Boom Latinoamericano.

     Cristina Peri Rossi nace en Montevideo, Uruguay un 12 de noviembre de 1941, de ese evento dice: “Nací en una ciudad triste / de barcos y emigrantes / una ciudad fuera del espacio / suspendida de un malentendido: / un río grande como mar / una llanura desierta como pampa / una pampa gris como cielo. […] Nací en una ciudad triste / suspendida del tiempo / como un sueño inacabado / que se repite siempre.”[1]

     A los 29 años busca exilio en España, se vio forzada a pasar unos meses en París durante 1974, donde es apoyada por su amigo Julio Cortázar, a causa de la dictadura franquista, meses después comienza su residencia en Barcelona, donde hasta ahora radica. Sale de su país debido a las amenazas que sufre luego de protestar en contra de los actos militares que anunciaban el golpe de estado y posteriormente la dictadura que va de 1973 a 1985. En su partida de Montevideo escribe:

Mi primer viaje

fue el del exilio

quince días de mar

sin parar […]

Quince días de agua

sin luces de neón

sin calles sin aceras sin ciudades […]

Quince días de mar

e incertidumbre […]

Nadie te despidió en el puerto de partida

nadie te esperaba en el puerto de llegada.[2]

     De su prolífica obra con más de 50 libros sobresalen: Viviendo (1963), Los museos abandonados (1969), Indicios pánicos (1970), La tarde del dinosaurio (1976), La nave de los locos (1984), El museo de los esfuerzos inútiles (1986), Solitario de amor (1988), Cosmoagonías (1988), Desastres íntimos (1997), El amor es una droga dura (1999), Los amores equivocados (2015), La insumisa (2020), estos son unos pocos nombres de su amplia producción literaria conformada por cuento, ensayo, poesía y novela. Los temas principales son: el exilio, el viaje, lo político, los museos, el mar, el erotismo, los extremos en las emociones y los enfoques de sus personajes, su trabajo sobre la identidad sexual y los temas sobre el lesbianismo plantean teorías o posturas desafiantes en temas de sensualidad y amor. En la obra de Peri Rossi dice tanto sobre el exilio que no dejo de pensarlo, y al repasar su obra encuentro un sentir sobre ese hecho:

 Este es el estado de exilio. Se desembarca como se nace, sin casi nada, sólo con la monótona repetición de historias de dolor, tortura y miedo, de miseria y persecución […] pero hay un exilio, no mejor, es el exilio de los de adentro […] acosados por la miseria y el miedo son los exiliados internos, los que arriesgan muchas veces la vida por un poco de información, o mueren mientras intentan escribir una leyenda en la pared.[3]

     Lo que se dice y estudia de su obra interroga los constantes símbolos que la acompañan, y la hacen la más grande escritora uruguaya debido a su aportación a las letras por los recursos que domina: alegorías, metáforas, lirica; el viaje como ese acontecimiento que nos aleja del contexto originario, espacio al que estamos ligados desde que nacemos, metáfora del camino de la vida, el andar y las decisiones que se toman durante la marcha. El viaje queda representado en cada experiencia de vida de sus protagonistas. Otro elemento clave en su trabajo son los museos, recreados en una narrativa distópica y representando el espacio desolado donde la historia transcurre entre un esquema temporal espacial rodeado de soledad, la cual resume la incertidumbre hacia el futuro. Un canon imprescindible es el erotismo, porque en ese aspecto se expresan emociones de manera más imaginativa, cada una de sus propuestas destila sensualidad y erotismo, pasión lírica y voluntad de pericia tan amplia como su fantasía lo permita. En una entrevista que le realiza la escritora Reina Roffé, Cristina comenta:

El erotismo empieza con la imaginación, es decir, con la independencia del cuerpo, de la biología. A mí no me interesa el sexo, sino el erotismo, y a mis personajes también. “Hacer sexo” me parece una expresión verbal horripilante, tan horrible como el acto que imagino. El sexo no se hace: se sueña, se inventa, se imagina, se supera, se trasciende, se olvida, se transmuta. El erotismo es al instinto sexual lo que el bel canto al grito.[4]

     Así qué, Cristina Peri Rossi va a deleitar tus sentidos con sus talentos literarios, las palabras vueltas poesía, los personajes insólitos, no dudes en invertir en sus libros y a su vez recomendar su trabajo como un recorrido por el exilio, el amor, el ser y las formas en que la escritora los habita. Es su propuesta una prueba de como se vive la realidad, a veces con nostalgia provocativa y repleta de añoranza, pero sin duda al mismo tiempo esos temas construyen su estilo e identidad.

 



[1] Cristina Peri Rossi,” Montevideo”, Estado de exilio, 2001. http://letras-uruguay.espaciolatino.com/peri/montevideo.htm.

[2] Cristina Peri Rossi, Poesía completa, Barcelona, Lumen, 2005. p. 320.

[3] Cristina Peri Rossi, El pulso del mundo: artículos periodísticos 1978-2002, Montevideo, Ediciones Trilce, 2001. p. 46.

[4] Reina Roffé, “Entrevista a Cristina Peri Rossi”, Cuadernos Hispanoamericanos, 581, Nov. 1998. p. 101-102.



viernes, 12 de noviembre de 2021

Guadalupe Dueñas

 


Para acercarnos a la vida de la escritora mexicana dedicada al cuento gótico y de ficción, hay que destacar la importancia de la infancia en su obra, varias de sus principales narraciones tienen como origen alguna anécdota en la cual ella ve de cerca una realidad que nos parece ficción. Nace el 19 de octubre de 1910 en Guadalajara, su formación académica la realiza en la UNAM. Su obra no es extensa, sin embargo, eso no le resta inventiva y desenlaces inesperados que agregan mayor valor a su literatura, el primer libro que publica es en 1954 bajo el nombre de Las ratas y otros cuentos; luego en el 1958 el Fondo de Cultura Económica distribuye Tiene la noche un árbol. En 1976 el libro No moriré del todo; en 1977 Imaginaciones reúne pequeños retratos literarios biográficos sobre personalidades de la cultura, su última entrega es en 1991 el libro Antes del silencio promovido nuevamente por el FCE.

    Entonces ¿Qué es la infancia para la literatura? ¿Un oasis que alivia la sedienta herida de lo que se vivió? ¿Aquello que se recuerda y frente a la hoja en blanco se vuelve el confidente? para cada escritora es algo diferente, lo cierto es que esas experiencias son capaces de crear una obra literaria donde se logra eternizar el momento de lo inexplicable, todo aquello que, por más absurdo que parezca presenció de cerca, ejemplo de ello es “Historia de Mariquita” cuento de la antología Tiene la noche un árbol, en donde la trama de horror cuya incertidumbre en torno al personaje principal va aclarándose por la narradora: “Claro está que el secreto lo guardamos en familia. Fueron muy raras las personas que llegaron a descubrirlo y ninguna de éstas perduró en nuestra amistad”[1]  

         Entonces la niñez deja de ser aquel ambiente cálido, repleto de juegos para convertirse en una zona de exploración al mundo de los adultos, donde se reta a la fantasía dejando espacio para lo inusual, un cuento representativo es “Zapatos para toda la vida” del libro ya antes mencionado en el cual la escritora expresa una punzante reflexión en torno a la llegada de cientos de zapatos que no son elegidos, sino asignados, así replica: “He inventado pasos que doblan el desgaste, pero estoy muriendo. Sus lengüetas asesinas me atormentan y las suelas se incendian con mi calentura, no hay manera de acabar con esta plaga”.[2]   

      Es la recreación de los sucesos cotidianos lo que identifica la obra de Guadalupe Dueñas, con una mezcolanza de fantasía y desamparo. La profesora Elena Calderón de Cuervo en su ensayo “ El tiempo en los cuentos de Guadalupe Dueñas: un intento de teorización” comenta: "Este carácter retrospectivo, que hace del cuento una recapitulación, pertenece a su esencia recurrente y muestra en el género, como una característica que lo define en su temporalidad, la vigencia de un pasado activo”.[3] Es justo esa insistencia en lo vivido y su irrevocable influencia en la visión de la escritora lo que persiste, llevando su trabajo hacia rasgos oscuros, además de poner especial atención a los aspectos femeninos, así se refleja en algunos detalles de “Judit” que cuenta una pasión no aceptada, unos celos malignos, un plan traicionero orientado a permitirle hacer daño sin lamentarlo. La crudeza de los actos y el horror de su constancia consiguen un amplio desarrollo, como un lunar que la distingue de otras narraciones mexicanas. La escritora fallece en la ciudad de México el 13 de enero de 2002, dejando con su trabajo la inquietante circunstancia de una mujer que exploró su entorno y le dio forma en su  creatividad entremezclada con la soledad.





[1] Guadalupe Dueñas, Tiene la noche un árbol, México, FCE, 1985. p. 25.

[2] Ibíd., p. 70.

[3] Elena Calderón de Cuervo, EL tiempo en los cuentos de Guadalupe Dueñas; un intento de teorización. P.2. https://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/16046/12-calderon-revlitmod17-84.pdf  


Dorothy Parker

  Escritora y crítica estadounidense, importante intelectual de los años veinte, nace en el estado de Nueva Jersey el 22 de agosto de 1893...