A
propósito de su reciente reconocimiento como la ganadora del premio Cervantes
2021, más quince anteriores reconocimientos de su obra, es obligado acercarnos
a su escritura, sus temas y frecuentes personificaciones. Ella conoce muy bien
el exilio, algo apenas imaginado para algunos de nosotros, y para otros una
opción desaprobada. Jamás dejar la propia herencia, el pedazo de identidad que
nos define en la llegada. Peri Rossi estudió literatura comparada, biología y
música, sobresale como lingüista, poeta, traductora, novelista, periodista y activista.
Es considerada una de las escritoras más importantes en lengua castellana su
obra se traduce a más de veinte idiomas, además es la única mujer integrante
del Boom Latinoamericano.
Cristina Peri Rossi nace en Montevideo, Uruguay
un 12 de noviembre de 1941, de ese evento dice: “Nací en una ciudad triste / de
barcos y emigrantes / una ciudad fuera del espacio / suspendida de un
malentendido: / un río grande como mar / una llanura desierta como pampa / una
pampa gris como cielo. […] Nací en una ciudad triste / suspendida del tiempo /
como un sueño inacabado / que se repite siempre.”[1]
A los 29 años busca exilio en España, se
vio forzada a pasar unos meses en París durante 1974, donde es apoyada por su
amigo Julio Cortázar, a causa de la dictadura franquista, meses
después comienza su residencia en Barcelona, donde hasta ahora radica. Sale de
su país debido a las amenazas que sufre luego de protestar en contra de los
actos militares que anunciaban el golpe de estado y posteriormente la dictadura
que va de 1973 a 1985. En su partida de Montevideo escribe:
Mi primer viaje
fue el del exilio
quince días de mar
sin parar […]
Quince días de agua
sin luces de neón
sin calles sin aceras sin ciudades
[…]
Quince días de mar
e incertidumbre […]
Nadie te despidió en el puerto de
partida
nadie te esperaba en el puerto de
llegada.[2]
De su prolífica obra con más de 50 libros
sobresalen: Viviendo (1963), Los museos abandonados (1969), Indicios pánicos
(1970), La tarde del dinosaurio (1976), La nave de los locos (1984), El
museo de los esfuerzos inútiles (1986), Solitario de amor (1988), Cosmoagonías
(1988), Desastres íntimos (1997), El amor es una droga dura (1999), Los amores
equivocados (2015), La insumisa (2020), estos son unos pocos nombres de su
amplia producción literaria conformada por cuento, ensayo, poesía y novela. Los
temas principales son: el exilio, el viaje, lo político, los museos, el mar, el
erotismo, los extremos en las emociones y los enfoques de sus personajes, su
trabajo sobre la identidad sexual y los temas sobre el lesbianismo plantean teorías
o posturas desafiantes en temas de sensualidad y amor. En la obra de Peri Rossi
dice tanto sobre el exilio que no dejo de pensarlo, y al repasar su obra encuentro
un sentir sobre ese hecho:
Este es el estado de exilio. Se desembarca
como se nace, sin casi nada, sólo con la monótona repetición de historias de
dolor, tortura y miedo, de miseria y persecución […] pero hay un exilio, no
mejor, es el exilio de los de adentro […] acosados por la miseria y el miedo
son los exiliados internos, los que arriesgan muchas veces la vida por un poco
de información, o mueren mientras intentan escribir una leyenda en la pared.[3]
Lo que se dice y estudia de su obra interroga
los constantes símbolos que la acompañan, y la hacen la más grande escritora
uruguaya debido a su aportación a las letras por los recursos que domina: alegorías,
metáforas, lirica; el viaje como ese acontecimiento que nos aleja del contexto
originario, espacio al que estamos ligados desde que nacemos, metáfora del
camino de la vida, el andar y las decisiones que se toman durante la marcha. El
viaje queda representado en cada experiencia de vida de sus protagonistas. Otro
elemento clave en su trabajo son los museos, recreados en una narrativa distópica
y representando el espacio desolado donde la historia transcurre entre un esquema
temporal espacial rodeado de soledad, la cual resume la incertidumbre hacia el
futuro. Un canon imprescindible es el erotismo, porque en ese aspecto se
expresan emociones de manera más imaginativa, cada una de sus propuestas destila
sensualidad y erotismo, pasión lírica y voluntad de pericia tan amplia como su fantasía
lo permita. En una entrevista que le realiza la escritora Reina Roffé, Cristina
comenta:
El erotismo empieza con
la imaginación, es decir, con la independencia del cuerpo, de la biología. A mí
no me interesa el sexo, sino el erotismo, y a mis personajes también. “Hacer sexo”
me parece una expresión verbal horripilante, tan horrible como el acto que imagino.
El sexo no se hace: se sueña, se inventa, se imagina, se supera, se trasciende,
se olvida, se transmuta. El erotismo es al instinto sexual lo que el bel canto
al grito.[4]
Así qué, Cristina Peri Rossi va a deleitar
tus sentidos con sus talentos literarios, las palabras vueltas poesía, los
personajes insólitos, no dudes en invertir en sus libros y a su vez recomendar
su trabajo como un recorrido por el exilio, el amor, el ser y las formas en que
la escritora los habita. Es su propuesta una prueba de como se vive la realidad,
a veces con nostalgia provocativa y repleta de añoranza, pero sin duda al mismo
tiempo esos temas construyen su estilo e identidad.
[1] Cristina Peri Rossi,” Montevideo”,
Estado de exilio, 2001. http://letras-uruguay.espaciolatino.com/peri/montevideo.htm.
[2] Cristina Peri Rossi, Poesía
completa, Barcelona, Lumen, 2005. p. 320.
[3] Cristina Peri Rossi, El pulso
del mundo: artículos periodísticos 1978-2002, Montevideo, Ediciones Trilce,
2001. p. 46.
[4] Reina Roffé, “Entrevista a Cristina Peri Rossi”, Cuadernos Hispanoamericanos, 581, Nov. 1998. p. 101-102.
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