Escritora
mexicana nacida en Culiacán, Sinaloa el 20 de marzo de 1928, inicia sus
estudios superiores en la Facultad de Filosofía y Letras en la carrera de
Filosofía, sin embargo, las teorías de Friedrich Nietzsche y Søren Kierkegaard
le desencadenan una crisis espiritual que la lleva a una depresión cercana al
suicidio, con apoyo de su médico, se sobrepone y cambia a la carrera de Letras
Hispánicas, misma que concluye y es ahí que comienza su trabajo literario. Su
trabajo se reconoce como parte de la Generación de Medio Siglo formada por los
más destacados escritores nacidos entre 1920 y 1935 en el país, colaboró en la Revista
Mexicana de Literatura como narradora y ensayista, fue investigadora del “Centro
Lingüístico” de El Colegio de México. Su obra cuentística se concentra
en tres antologías que llevan como nombre: La señal, publicada en 1965, Río
subterráneo, que sale a la luz en 1979, libro merecedor del Premio Xavier
Villaurrutia y su última publicación Los Espejos, es presentada al público
en 1988. A lo largo de toda su narrativa se plantean complejas metáforas sobre
la vida, la muerte, la crueldad humana, la violencia, lo sagrado, la
insatisfacción, las relaciones incestuosas, la memoria, la existencia de la
mujer en variados contextos.
No es difícil encontrar en la revisión de
su trabajo los diversos aspectos de control y vejación hacia la mujer, mucho se
ha dicho sobre la profundidad del significado en su narrativa, incluso como
denuncia a la violencia familiar de los padres hacia las hijas, misma que se
reproduce en las relaciones de pareja, y ante las cuales las protagonistas
responden como figuras rescatadas por sus decisiones que van de la culpa a la
redención, oponiéndose al destino y conquistando un nuevo rumbo. Como menciona
el profesor e investigador Rogelio Arenas Monreal: “el orden al que se
enfrentan y del que precisamente intentan liberarse las heroínas de los relatos
de esta escritora, es, por lo general, impuesto por el hombre y, a través de
éste, por una sociedad falocéntrica que se distingue por su violencia.”[1]
Si bien es muy interesante como hace el
giro sorpresivo de la intimidación a la liberación, hagamos una mención sobre
el tema, esta violencia institucionalizada que la escritora describe en su obra
me permite recordar un evento anual celebrado el 25 de noviembre como el día
internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer y ¿Cómo se
determina este día? el día fue designado en el año de 2000 en honor a la lucha que
las hermanas Mirabal realizaron en República Dominicana en contra de la
dictadura de Rafael Trujillo y por la cual perdieron la vida en 1960. En
realidad se transforma en 16 días de activismo para ampliar el acceso a la
información en torno a esta temática, así, la campaña va del 25 de noviembre al
10 de diciembre de cada año, claro que la violencia ha existido mucho tiempo
atrás y aún está presente, sin embargo, es hasta el siglo XXI cuando los
movimientos femeninos aumentan y permiten mayor información y apoyo para que
las mujeres que sufren sus relaciones de pareja terminen con la agonía, tal como
lo hacen las heroínas en los cuentos de Inés Arredondo, vincular la reflexión y
análisis de las temáticas en sus cuentos se debe a que ella en el siglo XX reflejaba
esta problemática en sus trabajos, también es importante reiterar la intención
de como la literatura es, sin lugar a duda un medio para reconocer patrones
sociales, culturales y psicológicos que se generan en diversas naciones y épocas
en este caso y ya enfocadas al trabajo de dicha escritora las vivencias son de
mujeres mexicanas, cuyas problemáticas se sitúan en aspectos vivenciales, que
revelan un contexto conocido de la sociedad, cuestión que la hace formar parte
de “Las cuentistas mexicanas en la época feminista”, así llamadas por Seymour Mentón,
misma que va de 1970 a 1988.
La lectura de su trabajo revela reflexión
y talento para narrar los desafíos a los que se enfrentan sus protagonistas, muchos
de sus trabajos los puedes encontrar en la red, en modo PDF, como opción para
aquellos que no encuentren la obra publicada, uno de sus cuentos más estudiado es
“La Sunamita” el nombre de este cuento significa la mansa, la dócil y el inicio
del trabajo literario hace alusión a una cita bíblica, “Y buscaron una moza
hermosa por todo el término de Israel, y hallaron a Abisag Sunamita y
trajéronla al rey. Y la moza era hermosa, la cual calentaba al rey y le servía:
mas el rey nunca la conoció.” Reyes 1. 3-4.[2] En la historia centrada en
Luisa, como vislumbrando la incertidumbre de lo que está en camino está: “Tensa,
concentrada en el desafío que precede a la combustión, la ciudad ardía en una
sola llama reseca y deslumbrante. En el centro de la llama estaba yo, vestida de
negro, orgullosa, alimentando el fuego con mis cabellos rubios, sola.”[3] El ritmo de la historia va
creciendo y llevando a Luisa a un abismo entre velado por buenas acciones e insólitos
actos inesperados de quien menos lo creería, es un tabú aquel comienzo noble
que Rose Corral cuestiona: "Si el sentido global de la narrativa de Inés
Arredondo, su idea de la ficción apunta hacia lo sagrado entendido como una
forma de aprehender el mundo y de revelarlo, nada más difícil en cambio que precisar
y articular sus distintas manifestaciones en los cuentos mismos”[4]. Apenas es el inicio del
cuento, no quiero arruinarles la experiencia, la intención siempre es hacer
cosquillas a su curiosidad para que se acerquen a las obras. Estas palabras de
la profesora Claudia Albarrán resumen de excelente forma la obra de la escritora
al decir:
los cuentos de Inés
Arredondo las circunstancias, las situaciones -sean o no límites- no tienen
valor en sí mismas; están ahí para «obligar» a los personajes femeninos a ser,
a mostrarse, a definirse, a reaccionar de una buena vez y para siempre. Los cuentos
son, en este sentido, crónicas de una metamorfosis, fotografías tomadas en el
momento preciso del cambio de actitud, retratos de un instante fundamental que
cambiará el rumbo futuro de sus vidas.[5]
Inés
Arredondo fallece en la Ciudad de México el 2 de noviembre de 1989, heredando a
las mujeres lectoras 34 cuentos que reflexionan sobre la condición de la mujer
en diversos escenarios.
[1] Rogelio, Arenas
Monreal. La pareja y la mirada transgredida en ‘Mariana’ de Inés Arredondo.
Siglo XXI, México, 2002.
[2] Inés Arredondo, “La sunamita”, Cuentos
completos, México, FCE, 2012.
[3] Ibíd.
[4] Rose Corral, "Inés Arredondo:
la dialéctica de lo sagrado", Mujer y literatura mexicana y chicana,
coord. Aralia López González, Amelia Malagamba, Elena Urrutia, México, El
Colegio de Mexico, 1988.
[5] María Claudia Albarrán, Para
levantar las Alas: Aproximaciones a las mujeres de Inés Arredondo. México, ITAM,
2000.
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