jueves, 23 de octubre de 2025

Poetas suicidas: Anne Sexton

 


Poetisa estadounidense nacida el 9 de noviembre de 1928, sin una formación universitaria su trabajo es de una calidad lírica y retórica indiscutible, formo parte de una familia privilegiada, donde el glamour, las extensas vacaciones en propiedades familiares, la fiesta y con ella la bebida ilimitada, casi siempre relacionada con las peleas en casa, los excesos de la madre lejana y fría, su vida aunque rodeada de comodidades y acceso a la educación estuvo sometida al torbellino inestable de unos padres alcohólicos y una forma de violencia psicológica ejercida por el padre que en momentos de embriaguez la insultaba por su aspecto, sumándose a la problemática los trastornos mentales de su madre.

     En ese plástico mundo crece de forma rebelde y en la adolescencia trata de evitar cualquier tipo de molde que la sociedad le tuviera reservado, en la escuela destaca en todos los ámbitos, así que va del lado contrario, deja la escuela, se fuga con el novio en 1948, y en poco tiempo se convierte en mujer casada. En 1953 nace Linda, su primera hija y en 1955 nace Joyce, ambas niñas crecen más al cuidado de la abuela paterna cuando no se encontraba su papá, pues todo el tiempo trabajaba y viajaba por temas laborales, sumando infidelidades a una relación en donde ya se daban las primeras muestras de violencia. La escritora comienza a presentar etapas depresivas muy frecuentes, pronto requiere tratamiento psiquiátrico, y comienzan sus intentos de suicidio.

     En 1956 es internada por varias semanas después de una sobredosis de barbitúricos, es después de ese periodo que comienza a expresar ante sus amigos y psiquiatra su conflicto por realizar sus funciones como madre, nunca vio a sus hijas como prioridad, al contrario, puso en primer lugar su vida, sobre todo cuando empieza a escribir.

     En enero de 1957, en una plática con su psiquiatra comenta su interés por la poesía, él la anima a escribir, ese año también tuvo un intento de suicidio, una vez que se recuperó una vecina la acompañó a inscribirse en un taller de poesía impartido en un Centro de Educación para Adultos. En el estuvo por dos años y supo que la poesía le daba un segundo aliento y vitalidad. En 1958, cuando tenía treinta años, publica su primer poema en una revista. Su poesía aborda asuntos de la vida, por eso se conoce como poesía confesional.

     Su reconocimiento como poeta iba en ascenso, en 1959 más de treinta revistas publicaban sus poemas, asistía a cursos, conferencias, congresos, en uno de ellos coincide con Sylvia Plath y así comienza una larga amistad que fue como un vaso de agua fresca en su turbulenta vida marital en donde no faltaron los golpes y maltratos, esa vida en donde el alcohol ya era una presencia habitual y la sombra de la enfermedad mental que le mantenía constantemente en las instituciones mentales se hacía cada vez más presente.

     En 1960, publica su primer libro Al manicomio y casi de vuelta dejando en evidencia parte de lo que le sucede, abordando temas que resultaban un tabú, como lo dice su amiga Maxine Kumin: “Hablaba abiertamente de menstruación, aborto, masturbación, incesto, adulterio y drogadicción en una época en la que el sentido del decoro no autorizaba a utilizar estos temas como materia poética” sus libros son una guía de su vida, pensamiento y de temas que le inquietaban; el segundo libro All my pretty ones se publica en 1962, luego en 1963 viene la noticia del suicidio de su amiga Sylvia Plath, a la que le dedica un poema que dice:

y desde entonces esperó

bajo nuestro corazón, nuestro armario,

y ahora veo que lo almacenamos

año tras año, viejos suicidios,

y conozco la noticia de tu muerte,

un sabor terrible, como a sal.

(Y yo,

yo también.

Y ahora, Sylvia,

tú otra vez

con la muerte otra vez

      Pero Anne Sexton no se encuentra bien, está entre la embriaguez y la locura, y de forma obsesiva escribe, en 1966 publica su libro Vive o muere, ese mismo año sufre una caída de la escalera que le fractura la cadera, lesión que le deja una ligera cojera, y el consumo de medicamentos y alcohol se incrementan. Gana el premio Pulitzer en 1967 por el libro de poesía publicado un año antes, sin embargo, en su entorno nada cambia ni mejora.

     En 1973 para unos días internada, su condición cada vez se deteriora más, al salir de la rehabilitación decide divorciarse y cuando sale de su vida Kayo Sexton todo se viene abajo. La escritora intentó en nueve ocasiones quitarse la vida, en el penúltimo intento le aseguró a la enfermera: “La próxima vez no tendrás oportunidad de salvarme” y así fue, el 4 de octubre de 1974 Anne Sexton desayunó con su amiga Maxine Kumin, luego se dirigió a su casa, llamó para posponer una cita, tomo un vaso de vodka y otro y otro más, se quitó sus anillos, todo con calma, no había prisa, en ese momento el tiempo se convirtió en su esclavo y lo usaría justo para lo que ella quisiera, así que fue en busca del viejo abrigo de su madre, luego directo a la cochera, subió a su auto, activó el radio, puso el vehículo en marcha y espero el largo sueño, el monóxido de carbono cumplió con su objetivo cuando ella tenía 45 años. Posterior a su muerte se publicaron cuatro libros más de su poesía, la misma que anunciaba y exponía su persistente decisión.  

Esperando morir

Ahora que lo preguntas, no recuerdo muchos días.

Camino metida en un sobre sin sellos postales para este viaje.

Es así, que como una lujuria innombrable, soy devuelta.

 

Aun entonces, no tengo nada contra la vida.

Conozco bien los brotes de hierba que mencionas

Y los muebles de casa que pusiste bajo el sol.

 

Pero los suicidas tienen un lenguaje especial.

Así como los carpinteros quieren saber cuáles herramientas.

Ellos nunca preguntan para que construir

 

Dos veces simplemente me declaré a mí misma

Haber poseído al enemigo, haber devorado al enemigo,

Tomado sus artificios, su magia.

 

De esta forma, profunda, meditada

Tibia como agua o aceite

Me he quedado babeando por el agujero de la boca.

 

No pienso en mi cuerpo como si fuera un bordado.

Incluso la córnea y los residuos de orina se fueron.

Los suicidas están listos para traicionar al cuerpo.

 

Aun siendo abortos, no siempre mueren,

Pero deslumbrados, no pueden olvidar la dulce droga.

A la cual desde niños les gustaba mirar y sonreír.

 

¡introducir toda esa vida bajo tu lengua!

Eso, por sí mismo, se convierte en pasión.

La muerte es una osamenta triste; amoratada, tú lo dijiste,

 

Y ahora ella espera por mí año tras año,

Para deshacer delicadamente un viejo deseo.

Para vaciar mi aliento de esta mala prisión.

Haciendo un balance, los suicidas.



Referencias

Juan Ariel Gómez, (2004), “Anne Sexton: hachazos a un mar helado”, Cuadernos de literatura, No. 4.

Nelson Rivera, (2024), "Anne Sexton: Psique en llamas", Papel literario, http://www.elnacional.com/papel-literario/.  

Anne Sexton, Esperando morir, https://algundiaenalgunaparte.com/2018/10/04/esperando-morir-anne-sexton/

Anne Sexton, “La muerte de Sylvia”, https://allpoetry.com/Sylvia's-Death


Poetas suicidas: Anne Sexton

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