Escritora nacida
en Chicago un 20 diciembre de 1954, por sus venas corre una herencia latina, su
niñez fue un tanto nómada entre dos culturas, la norteamericana y la mexicana,
lo cual ya la ubica en el círculo de las escritores chicanos. Estudia la
licenciatura en la Universidad de Loyola, Iowa, donde más adelante llevaría a
cabo estudios de posgrado.
Determina su identidad a partir de dos
raíces culturales, dos idiomas, dos maneras diferentes de vivir, por ello es
notorio en su narrativa la autobiografía, donde se cuenta el enfrentamiento de
esas realidades que experimenta, debe ser el motivo por el cual su obra se
llena de simbólicos elementos: el barrio, la religión, la comida, el misticismo
de la magia y los curanderos, las penas, la feminidad chicana y lo lazos de
solidaridad, así como la incorporación a un capitalismo donde se promueve la
búsqueda utópica de un ideal norteamericano que no está al alcance de los
jóvenes chicanos, esa población nacida en estados unidos, de herencia latinoamericana, en esa contexto donde: “Un chicano bilingüe es considerado
culturalmente inferior si hablaba español ”[1] no castellano,
por lo cual un grupo de artistas mantienen resistencia ante esta imposición en los años 60 y se origina la literatura chicana.
Sandra Cisneros surge a partir de la década de los
ochenta; en 1983 publica su primera
novela llamada La casa de Mango Street, justo cuando el ambiente literario se llena de voces femeninas, entonces resalta la
de ella por su defensa constante a la hispanidad; se trata de una
apasionada narradora, a veces defensora, cronista, opositora de esa sociedad
que la ve como chicana, defensiva defiende sus argumentos con una postura feminista ante criticas en México o EU. Todo
esto influye para que, años más tarde, Sandra Cisneros sea considerada parte del canon
literario norteamericano.
ya que realiza una acertada opinión de la cultura
en la cual crece; además, su narrativa presenta diversas influencias, en un
principio la chicana, luego la prehispánica, ya que incorpora elementos de
ciertas culturas mexicanas, y su estilo poético esta lleno de símbolos, tan
sólo les daré como ejemplo el poema “Sacas la mexicana en mi” donde se emplea
un sin fin de rasgos culturales de nuestro país, su trabajo en general tiene buena recepción, se han hecho traducciones a once idiomas y ha sido merecedora de varios premios.
Su estilo es fragmetario, lleno de
confesiones y puntos de vista, de anécdotas y situaciones para algunos
cotidianas la hacen ella. Su obra ha sido analizada en un buen número de tesis, desde
distintas disciplinas: antropología, sociología, literatura, etc., ya que su
rica exposición de elementos culturales la hacen una escritora compleja, cuyas temáticas
tienen como centro a la mujer, los investigadores Antonio Daniel Juan Rubio e
Isabel María García Conesa aseguran: “en sus obras se ven reflejadas las
demandas e ideales de muchas mujeres de la frontera en los años 90.”[2]
Recibe en E.U la Medalla Nacional de las Artes en
2016, le es entregado por Barak Obama quien reconoce su enorme labor por:
“enriquecer la narrativa de nuestro país, donde sus ideas exploran temas de
raza, género, de idioma y así profundiza nuestro conocimiento de la identidad
americana”. [3]
[1] Tino
Villanueva, "Chicanos", México, FCE, 1985, p.,
[2]
Antonio Daniel Juan Rubio e Isabel María García Conesa, “Sandra Cisneros: La
creación artística fronteriza” http://www.e-revistes.uji.es/index.php/dossiers/article/view/1226/1245.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario