Escritora
rumano-alemana, nace un 17 de agosto de 1953, dentro de una pequeña etnia llamada
suabos del Danubio. Su don de observación
le hace una excelente narradora de los detalles más efímeros de la vida y además
mantiene su crítica constante hacia los totalitarismos. Es premio Nobel de
Literatura 2009, y asegura que ese premio le sirvió para denunciar a sistemas opresores,
ella experimenta las penalidades que el fascismo ejerce en diverso lados, en
la URSS con el silencio de una madre obligada a realizar trabajos en un gulag
durante cinco años; la tristeza de un padre que fue sometido por el ejército
alemán nazi para trabajar como chofer; y a ella en su lucha por conseguir el
respeto a los derechos de su minoría étnica es perseguida e interrogada por el
Servicio de Inteligencia Rumano, la Securitate.
Tal vez esas experiencias logran darle su visión narrativa tan amplia sobre las infamias del alma, Herta logra la
denuncia con excepcional maestría, dibuja el desamparo del hombre, así como las
bajezas del ser humano. Sale exiliada hacia Alemania y empieza su carrera
literaria en 1982, con el libro En
tierras bajas, también escribe La
piel del zorro en 1996; La bestia del
corazón en 1997; El hombre es un gran
faisán en el mundo en 2007; y Todo lo que tengo lo llevo conmigo en
2009, novela sobre la vida de Oskar Pastior.
En
tierras bajas presenta una serie de cuentos narrados por una niña
impactada con tanta realidad, en dicha obra la escritora presenta el recurso de
la autoficción, esa combinación de autobiografía y ficción que se emplea para
incluir algunos hechos personales, pero con nuevos elementos, hechos inusitados,
leyendas o mitos, el estilo incluye un rasgo persistente:
el narrador, el autor y el protagonista son el mismo.
Dicho
libro fue castigado por la editorial durante cuatro años, después de ciertos
recortes publican 15 cuentos, dejan fuera cuatro narraciones referentes a la situación
política de su país, en Rumania jamás se pudo publicar ya que alude a la
terrible dictadura de Ceausescu; unos años después en Alemania se publica la
versión sin censura. En esta obra se habla de la pobreza material, del
desamparo existencial y del abuso estatal, la violencia y el mágico mundo de la
niñez que sólo observa y observa.
Herta Müller muestra un lado terrible de la vida
en sociedad, algunos sucesos del realismo mágico disimulan la rudeza de su obra,
pero puede en ocasiones causar horror ya que es una escritora que levanta la
voz en contra de las tiranías y por medio de su obra logra un acercamiento entre la política y la
cotidianidad. Ella es quien ve una sombra de totalitarismo sobre Rusia[1],
nada bueno debe suceder cuando se crea un gobierno muy bien impulsado por el
culto a la persona; está en contra de los métodos represivos, incluso avizora
un escenario oscuro para el viejo continente, observa y refiere los
hechos, quizá es la causa de que no se pueda escapar de la historia, como lo
asegura.
A
pesar del sufrimiento experimentado por la escritora su narrativa no tiene un
tono sentimental, ella aclara: “sólo se puede escribir literatura a partir de
lo vivido”[2] su
obra muestra un tono lapidario y áspero, entre mezclado con metáforas e
imágenes coloridas, pero lo más presente en su trabajo literario es la crónica
de oscuros días sobre la tierra, donde describe de manera humillante al
opresor, tal vez como único consuelo a su desesperanza.
[1] Entrevista a
Herta Müller en Madrid por Laura Revuelta
para el periódico ABC. http://www.abc.es/cultura/cultural/20140407/abci-herta-muller-201404071259.html.
[2] Entrevista a
Herta Müller realizada por Carlos A. Aguilera, para la revista Crítica, editada en la Benemérita
Universidad Autónoma de México, BUAP, http://criticabuap.blogspot.mx/2008/06/herta-mller-el-faisn-rumano-ha-estado.html.
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