jueves, 11 de diciembre de 2014

Adisa Bašić

Sobre Adisa Bašić se sabe poco en tierras latinoamericanas. Nació en Sarajevo, al final de los años setenta, vivió en Bosnia-Herzegovina, estudió literatura comparada, así como una maestría en derechos humanos y democracia. Sus libros se titulan Hava´s Sentences publicado en 1999 y Trauma Market en el año 2000. Actualmente publica en el diario Sloboldan Bosna semanal, donde tiene una columna literaria.


 Debe ser que Adisa creció y se encontró con la guerra separatista de Yugoslavia que inició en el año de 1980 y duró diez años,  lo que la hizo plasmar referencias de un enfrentamiento bélico. La escritora muestra el motivo temático de la guerra desde un aspecto cotidiano. Me surge la pregunta ¿Cómo podríamos nosotros entender lo que representa un hecho tan doloroso como enfrentarte con la muerte a diario?  Creo que no hemos vivido esa experiencia que hace de ti un nuevo ser, en lucha por la sobrevivencia: poca comida, frío y en un obligado silencio, antes y después de los disparos.  
    En la poesía femenina de Adisa Bašić se muestra a la protagonista en una zona de guerra, aspecto también presente en la poesía de Yolande makagasana. Es por lo tanto la guerra un espacio donde se recrea la vida cotidiana en cierto tipo de poesía, la que a continuación te presento se titula:
Día de guerra común  
                                                                                         
-abrir los ojos. levantarte
-despertarlo
-prepararlo para la línea del frente
-darle una rutinaria despedida, sin llorar
-traer agua
-tomar un baño
-preocuparte por el tiempo perdido
-depilarte las cejas
-leer el mismo libro por quinta vez
-aguzar tus oídos para los disparos en dirección donde él monta guardia
-ir en busca de harina
-correr a través de las calles
-escuchar una explosión
-sentir el soplo del metal o la piedra
-recostarte
-tocar tu herida con tus dedos
-lamer sangre
-acostarte un largo tiempo
-no llorar
-abandonar
-abrir los ojos. Levantarte.[1]

Yolande Mukagasana

En este fin de año, te presento tres poetas cuya reacción frente al genocidio fue la poesía, espero que te permitan una reflexión sobre la actuación del hombre y la mujer, en este caso específico como escritoras comprometidas ante los hechos de barbarie, como el de Ayotzinapa y la desaparición infame de 43 estudiantes, en honor a ellos leamos algunas poesías femeninas surgidas en un evento vergonzoso para el Homo Sapiens, una guerra.


     La primera de ellas es Yolande Mukagasana nacida en el año de 1954, en Ruanda. De profesión enfermera, durante el genocidio de 1994 se vio sacudida por dicho suceso donde su esposo e hijos son asesinados, entonces comienza a escribir, y en su poesía presenta la infamia provocada por el odio entre los hombre. Ella es una sobreviviente del genocidio ruandés entre dos grupos étnicos: los hutus y los tutsis. Si se preguntan a qué viene todo esto de las etnias y los genocidios, recuerden que en México estamos de luto, también aquí asesinan impunemente y la importancia de la poesía femenina radica en lo que expresa y en relación a que hecho social, esa es su identidad, aquella que le da la experiencia. Dicha escritora muestra con exaltación su ser destrozado por el horror del crimen generado en una lucha étnica.
    Imagina la vida de Yolande antes de ser escritora: enfermera en un centro de salud, con un esposo, hijos, una linda casa, vecinos buena onda y de pronto, esos mismos vecinos asesinan a su familia y la avientan en una fosa común, por el sólo hecho de pertenecer a diferentes grupos étnicos. Ella, para no perder la cordura y navegar en el silente mar de la locura revive en la poesía y en una fundación que apoya a huérfanos que dejó la guerra.
     En su poesía representa el papel protagónico al convertirse en el sujeto poemático, cuya referencia es vital en la relación trágica-intima de su poesía, muy frecuente en la poesía femenina, más aun cuando se enfrenta al racismo de cerca. Sus obras son: La muerte no me desea; No temas saber y La herida del silencio. Después de lo que ha vivido dice: “Me pueden matar, pero mis actos y mis libros continuarán”. Ahora te dejo uno de sus poemas.
   LA LOCURA
Este sol malévolo y cómplice
que osa sonreír a los asesinos
que osa iluminar este país maldito
donde la ley que dirige es la de la sangre
en la que no veo más que el abismo
donde todo el mundo se hundirá
un hueco negro donde no hay más que la muerte
ningún destello, ningún rayo de esperanza
la ausencia de las víctimas es la de los verdugos
la ausencia de los verdugos es la de las víctimas
tenemos toda la vida en común
graciosa especie es la humana
besaba al viento que se ha llevado a mis hijos
quería besarlo para sentirlos
estrecharlos muy fuerte entre mis brazos
para decirles que más nada podrá arrebatármelos
los seguiré hasta el más allá del más allá
seguiremos juntos por la eternidad
esta eternidad que sólo yo comprendo
porque mi eternidad es también mi presente
el viento sopla sobre mi cuerpo
quería estar desnuda para sentir su frescura
tendría calor de estar en lo irreal de lo real
transpiraba fuerte de ver lo irreal de mi vida
yo hubiera querido que ese viento me cosquilleara
poder reír, como antes, de mi tontería
reír de mi bobada al pensar que el mal es fuerte
poder aun reír de mí misma.
reír de dicha en una desgracia demasiado fuerte
debo salir lo más rápido
de estos sufrimientos que me esterilizan
que reducen mi cuerpo y mi alma
cuando el mundo piensa que vivo
sin embargo fui muerta el día aquel
los cien días sin respuesta del más alto
me hicieron dudar de su existencia
hasta el desprecio de los que me lo han enseñado.[1]


domingo, 23 de noviembre de 2014

Wei Hui

Escritora china que nació en 1973, su nombre completo es Zhou Wei Hui, Hija de un militar; ex discípula de un monasterio y con una carrera realizada en la Universidad de Fudán, Shanghai, ella logró un verdadero acto revolucionario con la publicación de la novela Shanghai baby en el año 2000.
     El régimen político censuró la novela argumentando que tenía demasiadas descripciones sexuales y por ello era de mala influencia para los jóvenes, esa fue la justificación del estado chino para considerarla una lectura prohibida. La novela Shanghai baby fue quemada en público, lo cual generó un incremento en la piratería que alcanzó ventas de 80,000 ejemplares en sólo dos semanas, con lo cual obtuvo el record de ventas, es la cifra más alta en libros pirata.
     Shanghai baby es una novela femenina y feminista que causó un acto revolucionario debido a la historia que el término “feminismo” tiene en ese país. Resulta que en China, ya instalada la segunda revolución cultural, en 1949 el término feminismo se interpreta como un concepto burgués y como en esa cultura la prioridad es la clase social, no tiene lugar el feminismo.
     Sin embargo el negarlo es sólo una muestra de la situación tan represiva en la cual vive la mujer en China. Los primeros logros sobre derechos de la mujer aparecieron en los años sesenta, como parte de la disertación de la  gran revolución cultural y sus reformas políticas. El discurso del estado incluyente utilizó la frase: “La mujer representa la mitad del cielo” y con ese rostro el gobierno trata de cubrir la representatividad femenina, es a partir de ese momento que el término feminismo deja de considerarse burgués.     
    Wei Hui es una escritora revolucionaria porque utilizó en su obra rasgos primordiales de la juventud como la desesperanza, la constante fiesta, los excesos y esa suspicaz certeza de lo efímera que es la vida. Se le ubica como miembro de la Nueva Generación de escritoras chinas que publicaron en el siglo XXI, la trama de la obra aborda la vida de una escritora liberal conocida por el sobrenombre de Cocó, que forma parte de un triángulo amoroso junto con Tiantian y Mark.
     La escritora empoderó a su protagonista y lo hizo publico en una sociedad donde la mujer es sometida a normas muy restrictivas y su vida suele ser asfixiante, además deja ver la incertidumbre de una generación oprimida por los valores culturales, pero también agobiada por el capitalismo abundante en la región. El boom de la novela la da frutos, la obra se tradujo a 34 idiomas y  ha sido publicada en 45 países.  
    Cocó no sigue reglas, no tienen límites, vive el Shanghai salvaje, nocturno, como el escenario de la obra donde se muestra una China muy diferente a la tradicional,  en ese contexto la escritora presenta una protagonista que toma decisiones en contra de las costumbres de su cultura y muestra un comportamiento transgresor, melancólico y desesperanzado con el cual se identifica toda una generación. La escritora dice: “para mí la escritura es como un espejo que me permite verme con determinada claridad”[1]. La novela fue llevada a la pantalla grande por el cineasta alemán Berengar Pfahl en el año 2007, Wei Hui participó en el guion.
     Es inverosímil que en el siglo XXI se escandalice una sociedad por una temática ya antes utilizada, algunos ejemplos son el escritor Henry Miller cuyas obras se publicaron a partir de los años treinta; así como la escritora francesa Anaïs Nin que en los años sesenta plasmó su obra con un erotismo explícito.
      En el país de Wei Hui fue censurada su novela y al hacerlo su éxito se multiplicó, se convirtió en una escritora revolucionaria porque mostró la China milenaria como una sociedad decadente, pues en la novela todo es aprendido de la realidad. La obra es parte de la nueva postura del feminismo, término que dejó de ser un producto occidental porque se transformó en una voz de protesta, surgida como parte de ese grupo de escritoras chinas que mostraron el carácter revolucionario de la mujer oriental. Los padres de Wei Hui forman parte de la vieja educación, no han podido leer Shanghai baby, les apena, no saben que el Shanghai del siglo XXI es una región depresiva, donde aún se queman y prohíben los libros.

     Por si requieres la copia electrónica, aquí está el enlace: http://siesdestino.com/wp-content/uploads/2010/07/Wei-Hui-Shangai-Baby.pdf





lunes, 3 de noviembre de 2014

Doris Lessing

Escritora inglesa nacida en Irán, durante un viaje de trabajo de sus padres en el año de 1919; vivió largo tiempo en Rhodesia, actualmente Simbawe; su larga y  prolífica producción de obras literarias le han llevado a recibir algunos importantes premios entre ellos: el Prix Medicis de Francia en 1976; el Shakespeare Prize de la República Federal Alemana en 1982; el Premio Príncipe de Asturias de 2001; el Premio Nobel  de Literatura en 2007 y muchos más, lo cual confirma su enorme aporte a la creación literaria.

     Su trabajo comenzó con la novela Canta la hierba, publicada en 1950, en ella la escritora presentó algunos temas que marcaron su carrera literaria: sus experiencias en África, el cruel colonialismo británico y la condición de la mujer, pues desde el comienzo de su carrera la autora ya demandaba un cambio en la actitud femenina, en su primera obra dice: “todas las mujeres acaban por cobrar conciencia, tarde o temprano, de la impalpable pero intensa presión que la sociedad ejerce sobre ellas”. [1]

     Sin embargo su novela más famosa fue El cuaderno dorado publicada en 1962, el libro se consideró una obra esencial de la literatura feminista inglesa del siglo XX, a pesar de que la escritora no pretendió ese reconocimiento, pues "siempre supo que las mujeres son tratadas como ciudadanas de segunda clase", en realidad  los motivos  de la novela eran estéticos.

    Debido a los temas que expone, el libro fue considerado piedra angular de los estudios sobre el movimiento feminista europeo, también se ha considerado una obra maestra de la literatura universal. El cuaderno dorado está conformado  por una novela corta recreada en cinco cuadernos de diferente color, con la clara intención de aludir una diferencia, un sentimiento determinado por el: negro, rojo, amarillo, azul y dorado, en ellos se mantiene una trama en diferentes circunstancias donde la historia de las protagonistas, conocidas como “mujeres libres”, Anna y Molly, crea un rompimiento con lo establecido en ese momento socio cultural; cada cuaderno muestra distintos matices, humores e intenciones, lo mismo critica a una sociedad británica apolillada, que presenta el salvaje carácter analítico de Anna, quien dice: “Hay una gran montaña negra. Es la estupidez humana. Y hay un grupo de personas que empujan una piedra por la montaña arriba”.[2] 

     En dicha obra los asuntos de género que fueron urgentes de resolver en esa época se muestran, son el testimonio de un contexto desigual, pero también dan elementos para una lucha que se mantiene hasta nuestros días y forma parte de las nuevas teorías sobre la historia de la mujer. Algunas ideas que se abordan en la novela nos permiten entender la relación mujer-hombre desde la visión femenina, 

     las obras literarias que marcaron nueva brecha en los estudios de género requieren ser reconocidas, primero por las propias mujeres, para reivindicarlas y luego para hacer posible sus estudios en el contexto histórico de grandes escritoras. Ante esta necesidad, El cuaderno dorado es un medio por el cual la autora reveló dentro de la ficción y construcción narrativa, posturas de género. Sin duda su aporte se debe estudiar.

    El 17 de noviembre de 2013 murió Doris Lessing, apenas será un año de su partida. En  más de medio siglo que ella escribió no dejó de recordarnos a los seres humanos, lo frágil que es la cordura ante el fanatismo que causan los colores de la piel, cuando lo que siempre ha valido la pena no es evidente, no se asoma en la tez.  
    
     Te dejo una liga que te permitirá acceder al libro de forma electrónica, ojalá te agrade. 











     




[1] Doris Lessing, Canta la hierba, Barcelona, Byblos, 2005, p., 50.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Rosario Castellanos.


Escritora mexicana que formó parte de la generación de medio siglo, contemporánea de Dolores Castro, Ernesto Cardenal, y Jaime Sabines. Autora de novelas muy vinculadas con su entorno sociocultural. Nació en Chiapas, donde las relaciones entre diversos usos y costumbres son presentadas  en novelas como: Balún Canán de 1957; Ciudad Real publicada en 1960;  Oficio de tinieblas de  1962 y Los convidados de agosto obra publicada en 1974.  Rosario Castellanos  representó contextos femeninos que determinaron una postura patriarcal, pero también escribió ensayos que muestran su etapa feminista, ella contribuyó  al reconocimiento de la condición de género a lo largo de la historia, en su libro Mujer que sabe latín, publicado en 1973, planteó de una manera comprometida las circunstancias que la mujer vive antes de obtener  el reconocimiento y la independencia.
     A su vez, en dicho libro se analizó el trabajo literario de veintiún mujeres que escribieron  apegadas a su experiencia de vida, éste contribuyó al análisis de las causas culturales que favorecieron la existencia de la literatura femenina y la masculina. Si somos diferentes en el actuar, porque no en el escribir.
     Rosario Castellanos describió una serie de estereotipos de mujeres escritoras cuya obra se caracterizó por incluir elementos narrativos que hacen la diferencia. Su temática  retoma cuestionamientos del libro Una habitación propia de Virginia Woolf, por supuesto mutatis mutandi, el hecho es que retoma al tema de la mujer que consiguió una realidad más libre
.  Esta intertextualidad entre Rosario Castellanos y Virginia Woolf hace posible otra unión con la escritora Simone de Beauvoir  y su libro El segundo sexo, donde aborda los aspectos que crean a la mujer,  pues la escritora asegura: “la mujer no nace, se hace”, la cultura masculina le da forma. En los  textos antes sugeridos se expone la condición de la mujer, puesta a prueba cientos de veces, en múltiples culturas.
     Las  tres escritores reconocen la necesidad de que las mujeres se fortalezcan cada vez más,  con el propósito de  hacer posible una realidad de libre elección. El libro Mujer que sabe latín, presenta de manera agradable la situación incómoda de la mujer sometida a la tutela del patriarcado. Rosario Castellanos analizó la realidad femenina y fue capaz de darle a dicha historia, una serie de teorías sobre el ser y las expectativas de género.  Ella  recreó los estereotipos de la mujer. 
     Las teorías feministas de Rosario Castellanos, Virginia Woolf y Simone de Beauvoir retoman la necesidad de reconocimiento, primero por las mujeres mismas y después por la cultura en general, el hecho es la necesidad de observación sobre aquello que hace la gran diferencia entre lo escrito por una escritora y un escritor, pues no se vive con las mismas expectativas, tampoco a pesar de ellas, el hecho es que el reconocimiento  y estudio de los diferentes aportes hace la diferencia porque no pone en duda o desdeña la importancia de cada una de ellas, es decir, literatura femenina y literatura masculina.  





     

Han Kang

  Escritora surcoreana nacida el 27 de noviembre de 1970 en el seno de una familia de formación literaria, desde su padre novelista, hasta s...