domingo, 9 de octubre de 2016

Teresa Wilms Montt



 
Escritora chilena llamada María Teresa de la Mercedes Wilms Montt, nace el 8 de septiembre de 1893 en Viña del Mar, en el seno de una familia adinerada y con vínculos políticos y comerciales. Teresa se mostró rebelde desde muy pequeña, fue educada para agradar y con ello conseguir un buen partido. Aprende varios idiomas, canta, toca el piano y escribe. En el año de 1910 conoce al joven que sería su marido, a pesar de la oposición de ambas familias pues ella tenia 17 años y él 25, y así comienza una relación fallida.
     Los primeros años de su casamiento viaja por diversos lugares y comienza a desarrollar su trabajo literario, entre 1911 y 1914 escribe sus Diarios íntimos. Con el seudónimo de “Tebac” publica y se reconoce feminista. Los celos del marido fueron enfermizos, ya que no quería que ella se dedicara a la escritura,  y la escritora recibe apoyo de otro hombre. Ya con dos hijas deciden separarse, sin forma de independizarse vuelve a la casa paterna, el juicio en su contra por adulterio la separa de sus hijas, el tribunal familiar decide internarla en el “Convento de la Preciosa Sangre” en 1916, lugar donde intenta suicidarse y logra escapar del encierro gracias a Vicente Huidobro, quien la ayuda a llegar a Buenos Aires.
     En 1917 publica sus dos primeros libros Inquietudes sentimentales, libro de poesía que es bien recibido por la critica, y meses después sale al mercado Los tres cantos. Ya para entonces Con una prisa de vivir en 1918 viaja a Madrid, allá divulga En la quietud del mármol  con el seudónimo de Teresa de la Cruz y con el persistente tema de la muerte, luego el siguiente poemario se llama Anuarí, dedicado a un joven argentino que se suicida por ella.[1] Son esos años de cafés y largas noches bohemias, de largas charlas con Valle Inclán, Gómez de la Serna, Edwards Bello, Domingo Silva;  o recitales en donde también estaban Azorín y Pio Baroja.
     En 1919, de regreso a Buenos Aires publica Cuentos para hombres que todavía son niños. pero es el viejo continente el que le llama y se instala en Madrid, para entonces, Teresa era ignorada por la critica, se le reprime, se le juzga, se le margina porque representa una ruptura con el rol público de la mujer, tal y como lo dice Ruth González-Vergara en la biografía de Teresa titulada Un canto de libertad, la cual se publica a mediados de los noventa. La historia de Teresa Wilms Montt se entiende mejor a la distancia y bajo el análisis de las ideas feminista, pues en esa época se pone a las mujeres un ceñido traje diseñado por el patriarcado, quien desde la era victoriana, luego darwiniana y hasta la época modernista lo mantiene por medio de todo tipo de medidas restrictivas, por ejemplo se declaran una serie de enfermedades femeninas que ayudan en el control de la creciente búsqueda de independencia de un buen número de mujeres transgresoras que enfrentan los estereotipos. la continua relación de la locura y lo femenino le permite al patriarcado recluirlas, pues la ciencia médica relaciona el aparato reproductor con el sistema nervioso, y de este modo surgen enfermedades como la histeria, vapores femeninos, sobrecarga de emociones, útero errante o mal de amores, este último era el padecimiento que tenía Wilms Montt, sufrimiento patológico femenino caracterizado por la falta de disciplina moral. Este entorno represor es el que se vive en esos difíciles días para las mujeres.[2]    
      En 1920 su vida cambia con las visitas que puede hacerle a sus hijas cada semana, pues las niñas pasan un tiempo en París, hasta que son trasladadas de nuevo a Chile, dicho suceso deja a Teresa en una profunda depresión, por lo cual cae enferma, excede el consumo de Veronal y dos días después fallece un 24 de diciembre de 1921, con apenas 28 años de vida. Jamás vuelve a Chile. 
Te comparto un fragmento de ella misma, tal y como se reconoce: 
Soy Teresa Wilms Montt… y aunque nací cien años antes que tú, mi vida no fue tan distinta a la tuya. Yo también tuve el privilegio de ser mujer. Es difícil ser mujer en este mundo. Tú lo sabes mejor que nadie. Viví intensamente cada respiro y cada instante de mi vida. Destilé mujer. Trataron de reprimirme, pero no pudieron conmigo.
Cuando me dieron la espalda, yo di la cara.
Cuando me dejaron sola, di compañía.
Cuando quisieron matarme, di vida.
Cuando quisieron encerrarme, busqué libertad.
Cuando me amaban sin amor, yo di más amor.
Cuando trataron de callarme, grité.
Cuando me golpearon, contesté.
Fui crucificada, muerta y sepultada por mi familia y la sociedad.
Nací cien años antes que tú y sin embargo te veo igual a mí.
Soy Teresa Wilms Montt, y no soy apta para señoritas".[3]









[1] De la biografía de Teresa Wilms Montt       http://teresawilmsm.blogspot.mx/p/biografia.html.
[2] Poema de Teresa Wilms Montt,  http://mondobelo.com/musas-intrepidos/teresa-wilms-montt.html
[3] Ana Traverso,  Anomalía y enfermedad en escritoras de inicios del siglo XX, Estudios Filológicos 54,  mingaonline.uach.cl., pp. 157-175, 2014.  

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Anna Ajmátova



Poetisa que nace un 23 de junio de 1889, en el seno de una familia tártara cercana a Odessa, Ucrania, en la todavía rusa zarista. Se le da el nombre de Anna Andréyevna Gorenko, cuando comienza a publicar usa el seudónimo literario con el cual se le conoce, Anna Ajmátova  ya que adopta el apellido de la bisabuela, princesa tártara, de ilustre y noble familia, ella escribe en una sociedad donde el valor de la poesía florece, se le da mayor difusión durante el inicio del modernismo en Rusia, cuando los poetas franceses tienen una importante influencia en el desarrollo de la poesía, con figuras como Baudelaire, Verlaine, Rimbaud, Mallarmé. del simbolismo francés.

      Mientras  Rusia vive la “Edad de Plata” que comprende los años de 1890 a 1910, cuando los creadores rusos destacan a nivel mundial, Stravinski, Prokofiev, Rajmaninov, Nijinski, Kandinsky, Chagall, Goncharovo, Malevich, Einsenstein. Luego de la fuerte influencia simbólica surge el acmeísmo, desde 1911 un grupo de escritores acmeístas asisten al Taller de los Poetas, lugar donde se discute y se trabaja, uno de los creadores es Nikolai Gumiliov, esposo de Anna Ajmátova. Un principio de la agrupación dice: “Escribir en palabras claras sobre asuntos reales”, regla que Ajmátova aplica en su obra, así es como se transforma en la musa de la “Edad de la Plata”. En 1915 el grupo se dispersa.[1] Con la llegada de la revolución de 1917, se implementa en Rusia la utopía socialista, y de la noche a la mañana todos son sospechosos, o presos o desaparecidos. Su esposo Nikolai Gumiliov es encarcelado y fusilado en 1921. Su hijo es arrestado y trasladado a Siberia en dos ocasiones.

     Su poesía se divide en tres periodos, el primero es cuando se asume como acmeísta y va de 1912 a 1922; luego el periodo en el cual el régimen estalinista acalla su voz de 1922 a 1935, año en que da a conocer la poesía Réquiem, para luego quedarse en el silencio hasta 1940. El tercer periodo de su obra va de 1940 a 1965 donde escribe poemas épicos en contra del avance nazi en Europa. Se convierte en la poetisa que vivió dos siglos, dos revoluciones, dos guerras, además su trabajo se ha vuelto fundacional de la época moderna rusa del siglo XX, con obras como “Poema sin héroe”.

     Es posible que toda aquella experiencia acumulada a lo largo de veinte años de vivir persecución, marginación y censura, se expone en su obra, así es como se cuenta la desaparición de seres queridos, el suicidio de amigos, el sufrimiento del pueblo ruso, con un lirismo lacónico; en su construcción poética expone la brutal esencia del socialismo, la realidad de la mujer, la presencia del dolor, la sumisión de un pueblo, pero también la oposición, la memoria de quienes esperaron el retorno de sus familiares. Anna Ajmátova muere de un infarto el 5 de marzo de 1966, en Domodedovo, Rusia, fue hasta el gobierno de Mijaíl Gorbachov[2] cuando se edita por primera vez en su país Réquiem. Su obra es de tal influencia que se convierte en “Anna de todas las Rusias”.[3]













[2] Ester Rabasco Macías, Descodificación y traducción de “Réquiem” y “Poema sin héroe” de Anna  Ajmátova, tesis doctoral. Universitat de Lleida, 2014.

miércoles, 31 de agosto de 2016

Emily Dickinson


Emily Elizabeth Dickinson es una poetisa norteamericana que nace un 10 de diciembre de 1830 en el norte de Massachusetts, una de las primeras colonias europeas, por lo tanto su formación estuvo marcada por el puritanismo, más aún siendo su padre pastor y defensor de las más cuadradas ideas calvinistas del siglo XIX.
     Esa presión social ejerce sobre ella una conducta determinante que la aleja del medio social y hace que la metáfora en torno a la muerte se transforme en la temática más recurrente en su obra, único medio por el cual cree que se presenta la paz. Sin duda se trata de una poetisa que muestra rasgos innovadores, el tono que la caracteriza es melancólico, ya que interpreta de forma constante el tedio existencial, la soledad, la lejana libertad que la separa del agobio familiar y social.
     A pesar de lo que opina David Shapiro[1] en su libro Estilos neuróticos donde describe como los impulsos, la personalidad y el entorno de un artista influyen en el desarrollo de un estilo,  donde la transformación de ese persistente modo de crear es una defensa ante el colérico mundo; con respecto a los procesos mentales de Emily, Shapiro la ubica en el estilo paraniode, porque su atención esta centrada en lo próximo, lo interno.
     Lo cierto es que ella no pretendía la fama que por lo regular anhela el escritor, ella buscó en ese ambiente doméstico creado para la mujer, el espacio idóneo para el desarrollo de su temperamento artístico que no era bien visto en las féminas,  tal vez por ello logra una iluminada presencia en la literatura.
    Para Harold Bloom[2] la extrañeza de Dickinson es un rasgo común en los grandes poetas visionarios como Blake y Milton, porque en su poesía esta presente la búsqueda interior, el constante “yo”, también es posible el reconocimiento de ciertos elementos lingüísticos, por el uso de palabras como encantado y sagrado[3], así como el frecuente uso del pronombre ellos, que para algunos autores es característica fundamental de su paranoia. Lo cierto es que ella es de enorme influencia en la poesía moderna norteamericana femenina, pues transgrede el esquema patriarcal del pensamiento lírico de esa época y pone ante nuestros sentidos ese laberinto  interno que muchos años después nos presenta en la narrativa  kafkiana.  Su obra es el refugio desde el cual desobedece  a su realidad, además, se reconoce un papel fundamental y único en la poética por su misteriosa y visionaria manera en la cual empleo el lenguaje.
     Abrumada por los límites que se le imponen en ese ambiente social represor que la rodeo, se refugia en si misma, decide vivir los últimos años en su habitación, no hay una causa única de su aislamiento creciente, se fueron sumando los motivos para que Emily Dickinson cerrara la puerta para resguardarse en brazos de ella misma, arropada por el silencio. Los últimos tres años de su vida no abandona su habitación, permanece rendida en una silla después de la muerte de su sobrino menor. Emily Dickinson parte de este mundo aquejada por el mal de Bright el 15 de mayo de 1886, En vida solo publico seis de sus trabajos, cuando el total de su obra rebasa las mil setecientas composiciones poéticas, les agrado una de las más introspectivas. 


No es necesario ser una estancia para estar encantado,
no hay que ser una casa
 el cerebro tiene corredores que sobrepasan
 el espacio material.

Es mucho mas seguro para un encuentro a media noche,
el fantasma exterior
 que su interior enfrentándose
 al más frío huésped.

Es mucho más seguro correr por una abadía
 persiguiendo las losas
que, desarmado encontrarse con uno mismo
 en un lugar deshabitado.

Uno, escondido tras de sí,
debiera asustarnos mucho más.
 El asesino en nuestra cas oculto
 daría menos terror.
 El cuerpo toma un revolver,
emperna la puerta
olvidando un espectro más aterrador
 y más cercano.[1]



[1] Traducción del Dr. Antonio Fernández Ferrer. 



[1] David Shapiro, Estilos neuróticos, México, Océano, 2008.  
[2] Harold Bloom, El canon occidental, Barcelona, Anagrama, 2002.
[3]  Antonio Fernández Ferrer, La poesía visionaria de Emily Dickinson: La fascinación de su corpus poético, http://www.ugr.es/~afferrer/fascinac.pdf.


miércoles, 3 de agosto de 2016

Autoras infractoras: Piper Kerman


Escritora estadounidense que nace el 28 de septiembre de 1969 en el estado de Massachusetts, siendo joven se enreda en una relación con una mujer mayor que ella, relacionada a practicas delictivas, asombrada por ese mundo se dedica un tiempo a vivir en el hampa, pero la vida le pasa la factura, la atrapan y al declararse culpable le dan una condena menor de 15 meses en prisión, sólo que diez años después de sus delitos,  en una cárcel de mujeres ubicada en Connecticut.

     Cuenta en primera persona su experiencia carcelaria en un libro llamado Orange in the new black, one year in a women’s prision, la publicación fue la número uno en ventas, estuvo en la lista del New York Times, logro venderse más de medio millón de ejemplares, lo cual provoca su doblaje al español realizado por la editorial española Ariel.

     Se le conoce como escritora de memorias. El libro se vuelve un bestseller y su experiencia se transforma en una serie de televisión; la autora infractora se convierte en estrella porque vive en una sociedad donde todo lo que te sucede puede venderse, exponerse al mejor precio hasta volverse popular. Sin embargo en la obra se cuenta la defectuosa estructura del sistema de justicia norteamericano, la situación de las madres adolescentes y sus hijos, la prisión vuelta un cálido refugio. así como la empatía que se genera entre las jóvenes prisioneras que hacen de ese lugar estrecho su hogar.

     La serie no dibuja ni de cerca lo que plantea el libro, Piper Kerman estuvo en una cárcel de menor seguridad ya que se trataba de prisioneras vinculadas con actividades delictivas como lavado de dinero, fraudes, tráfico de drogas, etc., narra lo que sucede y nadie sabe, la escritora recuerda que algunas compañeras debían cumplir condenas de hasta 15 años; expone el castigo severo que se ejerce en contra de las mujeres según el color de la piel y la posición social. También cuenta la presencia de la religión tras las rejas, y a pesar de ella, la deshumanización también presente. De verdad que el libro será mejor experiencia, después si tienes tiempo ve de una manera critica la serie, el planteamiento norteamericano de la tragedia ajena llevada a la televisión. 









Referencias
piperkerman.com 
www.biography.com.   






      



Autoras infractoras: Anne Perry



Se trata de una escritora inglesa que nace el 28 de octubre de 1938, dedicada al género policiaco, envuelta en una tragedia durante su juventud, cuando se muda con su familia a Nueva Zelanda, en el verano de 1954 ella de nombre Juliet Hulme y su amiga Pauline Parker, con tan sólo 15 años de edad asesinan a la madre de Pauline por medio de golpes con piedras en la cabeza hasta su muerte. El juicio se conoce como el caso Parker-Hulme, son declaradas culpables, las leyes neozelandesas no pueden aplicar la pena de muerte porque se trata de menores de edad, así que luego de cinco años son liberadas y obligadas a no verse jamás.
    
     Juliet vuelve a Inglaterra, trabaja, luego pasa un tiempo en Estados Unidos y se transforma en Anne Perry, quien con este seudónimo inicia su carrera como escritora a partir de 1979, con la publicación de la novela El verdugo de la calle Cater; seguida de  las novelas protagonizadas por Thomas Pitt y William Monk, hasta la fecha tiene más de cincuenta títulos publicados. Se le ubica dentro de la literatura de intriga victoriana, ya que la recreación de las historias suelen ser en el siglo XIX. Su obra va desde sagas, novelas, cuentos, ciencia ficción, hasta historias navideñas.

     Según la critica sus novelas son literatura comercial, pero también algunas de sus novelas se consideran a la altura de la narrativa de Agatha Christie, lo cierto es  que se trata de una mujer muy culta, traductora de obras en latín, griego e italiano, su fortaleza de escritora la mantiene ocupada, productiva, única, ya que hizo de su trágica experiencia juvenil un pasado lejano, justo donde habita lo imposible de cambiar. 



Han Kang

  Escritora surcoreana nacida el 27 de noviembre de 1970 en el seno de una familia de formación literaria, desde su padre novelista, hasta s...