viernes, 12 de junio de 2015

Julia de Burgos

Poetisa nacida en Carolina, Puerto Rico el 17 de febrero de 1914, su nombre completo fue Julia Constancia Burgos García; en su pueblo natal tuvo el privilegio de recibir estudios secundarios,  y a los 19 años recibió el título de magisterio por la Universidad de Puerto Rico. Su trabajo poético tuvo algunas influencias, por ejemplo Pablo Neruda, Rafael  Alberti, y Clara Lair. Formó parte del grupo feminista llamado “Hijas de la libertad”, perteneciente al Partido Nacional de Puerto Rico y cuyo propósito era la independencia de la isla.
     En su obra sobresalen temas que debaten los códigos sociales a los cuales eran sometidas las mujeres en esa época, ella utilizó su obra como el medio para romper con  los convencionalismos que ataban a la mujer y buscó la dignificación de la mujer, al mismo tiempo que  las estimuló para conseguir un mayor análisis de sus derechos y libertades.
     Julia de Burgos reflejó tristeza en su poesía, la lucha política que su pueblo sufría, la muerte y un tema básico: la naturaleza estuvo presente como cimiento en su obra; algunos poemas como: “Rio grande de  Loíza”, “Agua, vida y tierra”, “El rival de mi río”, etc.,  son ejemplo de su relación con el entorno, sobre todo hay que reconocerla como una escritora feminista; hay dos claros retratos de ella en sus poemas más representativos: “Yo fui mi ruta” y “A Julia de Burgos”[1] 
     En 1946, tras una serie de amores perdidos se quedó a vivir en New York donde consiguió toda clase de empleos, desde, inspectora de una óptica hasta empleada de un laboratorio químico, pasando por oficinista y costurera. Esta etapa de su vida coincide con la desventurada fortuna y el consumo excesivo de alcohol que la hizo depender de la bebida, situación que se sumó a la enfermedad que sufría y la llevó a la muerte el 6 de julio de 1953. En una avenida de Manhattan su cuerpo se desplomó y murió más tarde en un hospital cercano. Sin encontrar documento alguno que la identificara, su cuerpo fue sepultado en una tumba con el nombre de “Jane Doe”. Meses después sus amigos y familiares localizan sus restos fúnebres y los trasladaron a su natal Puerto Rico. Actualmente su cuerpo yace en el cementerio de Carolina, el pueblo donde nació.
     Ha tenido homenajes y reconocimientos póstumos, pero sobre todo se le reconoce como poetisa feminista cuya obra mostró una intención critica, pese a las dificultades del momento histórico, ella tuvo una brillante obra que se apoyó en el trabajo de difusión que hizo de sus poemas, tal vez son razones suficientes por las que fue considerada la más grande poetisa de Puerto Rico.



martes, 26 de mayo de 2015

Claribel Alegría

Escritora salvadoreña nacida en Nicaragua el 12 de mayo de 1924. Su verdadero nombre es Clara Isabel, la combinación de los dos nombres le fue asignada casi como un presagio por José Vasconcelos, quien al llamarla así también la vislumbró como poeta. De su país natal salió cuando era niña, por tal motivo se considera del Salvador ya que fue el país donde se inició en el mundo de las letras, ahí se identificó con la Generación comprometida, un grupo de escritores que dedicaron su obra artística a la manifestación de su oposición en contra de la  política dictatorial que sometía a su país.
     Ella creció como poeta en ese momento histórico tan particular de América Latina llamado el boom latinoamericano, sin embargo no formo parte de dicho movimiento, su trabajo fue siempre en contra de las injusticias que los regímenes totalitarios implantaron en la región central de América. También trabajó en la traducción de las obras de Robert Graves y publicó otros trabajos donde compartió en coautoría con su esposo Darwin J. Flakoll,  aunque sobre todo su obra cumple con un compromiso político.
     Dicho compromiso fue la característica de ciertas escritoras durante el siglo XX en América, quienes centraron su trabajo en las luchas libertarias usando como símbolos algunos elementos de la naturaleza, como el que empleó en su novela Cenizas de Izalco (coautora) por medio de la cual representó la fuerza de la juventud proclamando justicia, como analogía con la erupción de dicho volcán.
     De igual forma Claribel Alegría es una escritora femenina, no feminista, ya que tienen diferentes características, dado que su escritura femenina hace una proyección de sentimientos por medio de una esfera de representación, no todas las mujeres pueden escribir con esa características, hay quienes imitan los estilos masculinos y quienes por medio de su obra se manifiestan feministas, no obstante ella logra la reinterpretación de algunos símbolos que caracterizan a nuestro género, por ejemplo tomo de “Ars poética”  los versos que dicen:
Yo,
 poeta de oficio,
 condenada tantas veces
                                                               a ser cuervo
 jamás cambiaría
 por la Venus de Milo:[1]

   en ellos es visible la abundancia de significación que viene dada por esa antagonismo que crea entre la poetisa vinculada al fuerte simbolismo del cuervo como animal solitario e inteligente y la bella imagen de mujer de mármol, por lo tanto fría, bella y además sin manos, por supuesto no es nada sencilla la interpretación de las obras femeninas, ya que el texto lírico tiene señales e indicadores que amplían las posibilidades de la comunicación, y sí agregamos los aspectos culturales implícitos en cada género resulta aún más complicado, pues como dice Hélène Cixous[i] “no debemos equivocarnos: hombres y mujeres se encuentran atrapados en una maraña de determinaciones culturales de siglos cuya complejidad los hace casi imposibles de analizar, no se puede hablar ni de la ‘mujer’ ni del hombre sin quedar atrapado en un teatro ideológico”.
     Actualmente Claribel Alegría vive en El Salvador, su obra ha sido traducida a más de diez idiomas y es Co-Fundadora y Presidenta Honoraria de la Asociación Nicaragüense de Escritoras (ANIDE)  y Miembro del Centro Nicaragüense de Escritores (CNE). 









[1] http://www.artepoetica.net/Claribel_Alegria.pdf.




[i] Hélène Cixous  nace el 5 de junio de 1937, es una teórica feminista francesa, escritora de diversos géneros, profesora universitaria especialista en retórica. Sus dos textos fundamentales son La risa de Medusa de 1975 y La joven nacida publicado el mismo año.      

miércoles, 20 de mayo de 2015

Rosalía de Castro


Poeta y novelista nacida en Santiago de Compostela un 24 de febrero de 1837, hija natural de un sacerdote y María Teresa de la Cruz Castro y Abadía. Relevante escritora del siglo XIX, precursora de la poesía moderna y representante del rexurdimento gallego que revitalizó la lengua, la cultura y terminó con los siglos oscuros (séculos escuros)  de Galicia debido al empleo de su lengua en la obra maestra Cantares gallegos, por lo cual se ha convertido en un símbolo cultural de esa región.
     Ella enfrentó la ideología patriarcal cuando decidió ir en busca de la autonomía que solo la poesía le brindó. Su trabajo muestra dos características: por un lado  fue intimista, lleno de nostalgia que la llevó al pesimismo, y como todas las grandes poetisas su obra fue en defensa de su cultura. Los principales temas son: los bellos paisajes de la región gallega, el agua, el bosque, el mar y toda la grandeza de las novedades que trae consigo cada estación del año, era como si se hubiera enamorado de todo su alrededor: /Meses de invierno fríos / que yo amo a todo amar/ .[1]
       Pero también  observó las ciudades, los paisajes tan contrastantes, así es como desarrolla el otro rasgo, pues se dolía de la pobreza que en Galicia reinaba en ese momento, la falsedad, la injusticia, la ingratitud, la crueldad y la migración son algunos temas que Rosalía de Castro abordó en su obra que encantaba, y también ponía en tela de juicio las acciones del androcentrismo /y llenara de sombras el cielo / cual lo están sus pensamientos/[2] y así se suman sus reflexivos versos y sus persistentes “sombras”,  elemento frecuente en su poesía.  
      Como poeta modernista fue pionera, pero nunca valorada ni bienvenida en su momento, la mujer no podía destacar en un mundo tan masculino, donde  ya se escuchaban nombres como el de Gustavo Adolfo Béquer, eso no disminuyó su producción literaria, años más tarde grandes escritores la reconocieron como una de las principales voces del modernismo, lo cierto es que su destacada labor en el mundo de las letras muestra para el momento histórico que le tocó vivir una transgresión a las normas sociales, tan sólo superada por su nacimiento, imagínense ustedes ser hija natural de una noble venida a menos y un sacerdote, hecho que supo dejar de lado para darle cause a su hermosa voz interior que cantó y engrandeció la belleza de su entorno, así como también la vileza que inevitablemente estaba presente. Muere el 15 de julio de 1885, a los 48 años, lo último que pidió a su hija fue que la acercaran a la ventana para poder ver el mar, espacio tan evocado en su trabajo poético; la joven lo hizo, a pesar de que, desde su casa no se podía ver. Te invito a leerla, a gozarla, quizá te ayude a liberar tu poética voz.  








    




[1] Versos tomados del poema “Follas novas III”.
[2] Versos tomados del poema “A sus plantas se agitan los hombres”

sábado, 28 de febrero de 2015

Fatema Mernissi

Es una escritora, historiadora y socióloga marroquí cuya educación inició en un harén y concluyó su formación como doctora en sociología por la universidad de Brandeis, E.U. Aborda en sus obras los puntos medulares de la sociedad en la cual creció: las visibles diferencias entre hombre y mujer. La escritora brinda otra visión de la autonomía femenina en Medio Oriente ya que reconoce que la mujer marroquí realiza un buen número de actividades poco comunes para la mujer en esa sociedad, pero durante el siglo XX fueron reclamando como parte de las tendencias feminista.
     En 2003 fue galardonada con el premio Príncipe de Asturias de letras; en 2004 recibe en Holanda el premio “Erasmus-Príncipe Bernardo y en 2005 El Premio de la Cultura Mediterránea de la Maison de la Mediterranée. Sus principales obras son: Sexo, ideología e islam (1975); El harén político: el profeta y las mujeres (1987); Sultanas olvidadas (1990); Marruecos a través de las mujeres (1991); Sueños en el umbral (1998); El harén en occidente (2001) y  El hijo de Penélope (2004).


      A través de la obra Sueños en el umbral la autora recrea las primeras enseñanzas sobre las diferencias entre los géneros, el conocimiento llegó a ella principalmente por mujeres como lo cuenta a lo largo del libro. En él se demuestra la existencia de una corriente feminista desde el siglo XIX, los principales ejemplos son: la primera publicación del escritor egipcio Qacem Amin que publicó en 1885 el libro llamado La liberación de las mujeres en el cual el autor expone que la necesidad de ocultar a la mujer es por las inseguridades del hombre árabe; más adelante cuanta sobre la poetisa Aisha Taymour nacida en Egipto en 1840 y escribió siempre en contra del uso del velo y también se menciona  a otra pionera feminista llamada Zaynab Fawwaz nacida en 1860 que publicó en la prensa árabe poemas  con ideas opuestas a la reclusión femenina y al terco uso del velo.
     Ellas son ejemplos de fuertes mujeres que Fatema conoce en la infancia y juventud y de las cuales aprende, visten del mismo color, pues según una tradición de la cultura árabe las mujeres que suelen tener ideas similares, visten igual para dejar en claro su hermandad de pensamiento. Sus primeros años  son de formación feminista, observa y analiza, como su tía le dijo: “¡Escuchar con los labios sellados, los ojos bien abiertos y los oídos atentos puede aportar más magia a tu vida que tanto merodear en la terraza espiando a Venus y atisbando la luna llena!”[1]
     Su obra alude a la importancia que debemos dar las mujeres a la necesaria ayuda, mirar más allá de nuestra cultura y apariencia, hacernos una sola mujer. La autora apuesta por la solidaridad femenina que rompa incluso esas barreras culturales e ideológicas que nos separan.  Sus obras son un ejemplo de la lucha a la cual se enfrentan las musulmanas, quienes tienen en ella una comprometida e incansable escritora feminista que promueve cambios.






[1] Fatema Mernissi, Sueños en el umbral, Barcelona, Quinteto, 2003, p., 208.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Norma Chamale

La escritora guatemalteca Norma Chamale Pa’ ATz’ an, pertenece a la etnia maya de los Kaqchikel, es trabajadora social de profesión, comenzó su carrera literaria en el 2010, escribió para la revista La Piragua, especializada en género, mujeres y feminismo, su obra muestra el sentido de identidad que no logra arrancar la guerra, reclama el derecho a existir tal y como sus costumbres lo señalan, pero la violencia extrema durante la Guerra Civil de Guatemala que inició en los años sesenta y concluye con los acuerdos de paz en el año de 1996.


     Norma Chamale crea una poesía donde se filtra un doloroso suceso que ya nos es familiar: la guerra, el enfrentamiento entre etnias, los paramilitares, los militares y además el afán del gobierno por desaparecer a los grupos mayas que eran un apoyo incondicional para la guerrilla; la escritora  presenta a detalle la belleza de la naturaleza y la realidad atroz. Un poema donde el motivo temático- vivencial logra una la presencia de un rasgo por entero femenina, pues la presencia lírica de elementos que solo podrían ser parte del universo poemático de una mujer, se llama “Dos lunas”:


   Dos lunas (Toj)
“Ni los muertos pueden descansar en paz en un país oprimido”
Fidel Castro
(las muertas, tampoco)
Ox’i’ I’x
Vos que ahora sos tiempo,
sos agua,
sos aire,
ahora sos un rayito de sol.

Vos que estas en los verdes que ven mis ojos,
en lo alto de los árboles y en su sombra,
en lo firme de la tierra;
ahora estás en el murmullo del viento.
Vos que sos mis huesos,
 mi sangre,
cada uno de mis cabellos;
soy el reflejo de tu sonrisa.
Vos, mujer “natural”
sos el consejo eterno,
el ejemplo constante:
aquí, aunque se “sufra” a diario, se lucha siempre.
Bienvenida vos y todas las anteriores.
Ka’i’ I’x
Llorar a las ausentes para dejar de suspirar,
para tragarse el mundo y sus incongruencias,
para vaciar la congoja y dejar lugar a la dicha.
Llorar a la madre muerta, el padre muerto,
llorar a las hijas y los hijos que no fueron;
llorar hasta que el alma se canse o se seque.
Se llora el silencio y la distancia,
porque no se conoce o no se entiende;
se llora porque no se ve.
Aquí estás vos bailando con tu madre,
yéndote a pasear con tu hermano,
abrazando nuestros sueños,
sonriendo sin descanso.
Para eso se llora,
para abrir los oídos y limpiar los ojos,
ahora que sos viento, que sos agua, que sos todo.
Se llora para sentirte otra vez;
se llora para vivirte de nuevo. 
Jun I’x
Aquí quedan tus ollas,
aquí se mantiene tu braza,
aquí queda el tocoyal con que amarrabas tu trenza,
aquí queda la ternura de tus manos en mi cabello.
Con vos se va la mariposa que se posó en la entrada y te dijo al oído que podías descansar.[1]

     Espero la poesía te genere un sentimiento de inconformidad capaz de sembrar en ti ganas de no dejar en el olvido, hechos como los que llevan a la poesía las tres anteriores escritoras, quienes presentan a los que se ausentaron de manera brutal,  por ser diferentes, por sentirse diferentes, por no ser parte de un maquiavélico plan.  Nos vemos en febrero te dejo un tiempo de reflexión y búsqueda. Mis mejores deseos en estas vacaciones.  


Han Kang

  Escritora surcoreana nacida el 27 de noviembre de 1970 en el seno de una familia de formación literaria, desde su padre novelista, hasta s...